Los bomberos y la Policía Nacional rescataron ayer a una anciana de 94 años atrapada durante un incendio en su edificio en Palma. La mujer permanecía encerrada en su vivienda, pese a las insistentes llamadas de los equipos de emergencias, mientras una densa humareda iba tomando la finca. "No se había enterado del incendio y como siempre le decimos que no abra la puerta a nadie, pues no les abría", explicó una familiar suya. Los equipos de emergencias le colocaron una mascarilla y llevaron a la anciana cuya movilidad es muy reducida, hasta la calle. Estaba sana y salva, pero fue trasladada a un hospital para ser sometida a una revisión, al igual que otra mujer de 50 años que sufrió una caída cuando salía a toda prisa de la finca. También fueron rescatados otros tres vecinos que se habían confinado en su piso. El fuego causó cuantiosos daños en la vivienda donde se iniciaron las llamas.

El incendio se declaró hacia las nueve y media de la mañana en el primer piso del número 80 de la calle Reyes Católicos. El morador se había ido a trabajar apenas diez minutos y al parecer un fallo eléctrico en el dormitorio desencadenó el siniestro. El fuego se extendió rápidamente por toda la estancia. Las grandes llamas y la humareda negra que empezaron a salir por las ventanas alarmaron a varios testigos, que informaron a los servicios de emergencias.

Varias patrullas de la Policía Nacional y Local y dotaciones de los Bombers acudieron rápidamente al lugar. La escalera comunitaria de la finca, de cinco alturas, estaba ya llena de humo. Varios vecinos habían salido ya por sus propios medios, pero otros permanecían atrapados.

En la cuarta planta se encontraba una anciana de 94 años con movilidad reducida. Al parecer, la mujer no se había percatado del incendio y a pesar de que los policías y los bomberos llamaron varias veces a su puerta, no les abrió. "Siempre le decimos que no abra a desconocidos por miedo a que le roben o algo así, y eso ha hecho", contaban luego sus allegados. Finalmente, los equipos de emergencias lograron que les franqueara el paso. Los bomberos le colocaron una mascarilla para evitar que respirara el humo y consiguieron llevarla hasta la calle. Estaba bien, pero debido a su avanzada edad se optó por trasladarla a Son Llàtzer para que fuera examinada por los médicos. Además, una mujer de 50 años sufrió una caída cuando salía corriendo del edificio y se lesionó una mano, por lo que también fue trasladada en ambulancia al hospital.

En el tercer piso de la finca permanecían confinados otros tres vecinos, a los que se optó por rescatar con el mismo método para evitar que resultaran intoxicados si el humo se adentraba en su vivienda.

Los bomberos trabajaron durante media hora para sofocar el incendio, que destruyó una habitación y provocó cuantiosos daños en otras estancias. Los moradores del piso afectado mostraron su gratitud por la "rápida" intervención de los bomberos y la Policía. "Han venido enseguida y han hecho un gran trabajo", afirmaron, mientras aguardaban la llegada de la Policía Científica.