La familia de Araceli Currás Bermúdez no se resigna a aceptar la versión oficial que apunta a que la mujer se suicidó en su casa de Algaida. Un laboratorio encontró sustancias tóxicas en su organismo y sus allegados creen que fue envenenada. Una jueza de Manacor mandó al forense que amplíe el examen del cadáver. La Guardia Civil está a la espera de la orden de lamagistrada para reabrir el caso.

La muerte de la mujer se registró el pasado 1 de mayo en extrañas circunstancias. Su cuerpo fue encontrado tendido en un patio de la vivienda. Ella vivía rodeada de animales. El cadáver tardó tres días en ser hallado desde su óbito. Las ratas le habían mordido las manos y los antebrazos.

Efectivos de la Policía Judicial de la Guardia Civil realizaron una minuciosa inspección ocular de la vivienda de la mujer. No encontraron nada extraño que les llamara especialmente la atención. Los investigadores concluyeron que la muerte de Araceli podría responder a un suicidio o bien a causas naturales.

Finalmente, el informe del forense se decantó por la primera hipótesis. En el cuerpo de la víctima se encontraron numerosas sustancias que dieron positivo en el narcotest.

En cambio, un análisis realizado por un laboratorio de Barcelona, especializado en este tipo de pruebas, descartó por completo que la mujer hubiera ingerido drogas o cualquier tipo de medicamento.

Los hijos de Araceli Currás se acogieron con fuerza a este dictamen. Los dos vástagos de la mujer fallecida instan a la Guardia Civil a que reabra el caso. A su juicio, la hipótesis del suicidio ha sido echada por tierra tras la resolución del laboratorio barcelonés. Los familiares exigen que se despejen las numerosas incógnitas que rodean la muerte de la víctima.

Ante su creciente preocupación, la familia de Araceli contrató los servicios del abogado Pablo Alonso de Caso y de la agencia de investigación Detectib. Los detectives y el letrado analizaron el escenario donde fue hallada muerta la mujer y lo contrastaron con las numerosas pruebas halladas en el lugar. Ante sus requerimientos, la juez de Manacor ordenó al forense que ampliara el examen del cadáver.

Dormitorio revuelto

El cuerpo de la víctima fue modisqueado por ratas. Lo más significativo es que los roedores aparecieron muertos, al igual que un gato. Alguien tuvo la ocurrencia de hacer una hoguera y quemar a los animales. No obstante, sus restos fueron encontrados en la parcela.

Asimismo, una escalera de mano apareció apoyada en la fachada de la casa. El dormitorio de la víctima esta completamente revuelto. Alguen había abierto todos los cajones y había esparcido los enseres de la víctima por la habitación. La puerta de acceso tenía forzada la bisagra para acceder fácilmente al interior.

Araceli Currás mantenía un fuerte enfrentamiento con sus vecinos. De hecho, a uno de ellos incluso le había denunciado por narcotráfico. Unos días antes de su fallecimiento, la mujer se hizo un seguro médico. Al empleado de la oficina le llamó la atención su aspecto amoratado, propio de personas que han sido envenenadas.