La lancha Salvamar Acrux, del Centro de Salvamento Marítimo de Palma, remolcó ayer un pesquero que había quedado a la deriva después de que se le enredaran las redes en la hélice, a unas 12 millas al sur del faro de Cala Figuera, en medio de un fuerte temporal, con olas de hasta cuatro metros de altura.

El Centro de Salvamento Marítimo recibió el aviso sobre las ocho de la mañana. El pesquero Cap Salines, con cuatro tripulantes a bordo, alertaba de que se había quedado sin gobierno después de que las redes se le hubieran enredado en la hélice. El barco estaba en una situación muy comprometida, ya que en la zona había mar gruesa, con un fuerte oleaje.

Al lugar se dirigió la lancha de salvamento Salvamar Acrux, que localizó al pesquero en dificultades, le ató un cabo e inició la maniobra para remolcarlo hasta el puerto de Palma.

La operación resultó muy complicada ya que soplaba un viento fuerte y había mala mar en la zona, con olas de tres y cuatro metros de altura. Tras varias horas de navegación en estas condiciones, las dos embarcaciones atracaron en el puerto sobre las tres y media de la tarde.

Los cuatro miembros de la tripulación del Cap Salines se encontraban en buen estado.