Cuatro miembros de una banda de narcos que introducía hachís y cocaína en Mallorca ocultos en cajas fuertes han sido condenados a penas que suman 31 años de prisión. Los acusados remitían grandes cantidades de estas drogas desde Andalucía y a través de empresas de paquetería hasta la isla, donde eran distribuidas. La Policía se incautó en la operación que permitió desmantelar esta red de más de dos kilos de cocaína, 30 de hachís y 500 gramos de marihuana. Uno de los procesados, además de por un delito contra la salud pública, ha sido condenado por atentado, ya que embistió a un vehículo policial cuando iba a ser detenido.
Según la sentencia, dictada por la Audiencia Provincial de Cádiz, los cuatro procesados formaban una organización que a finales de 2014 se dedicaba a la introducción y distribución de drogas en Mallorca. La banda ocultaba la droga en el interior de cajas fuertes precintadas y rellenas de espuma, que enviaban desde las localidades de Jerez de la Frontera (Cádiz) y Lebrija (Sevilla) a Palma a través de servicios de paquetería. Las investigaciones de la Policía Nacional comenzaron en esas localidades andaluzas. Tras las primeras pesquisas, averiguaron que el método que usaban para transportar la droga consistía en utilizar empresas de envío de paquetería, cuyo destino final era Palma, donde uno de los integrantes recibía la mercancía.
Los policías consiguieron detectar un envío que ya se encontraba en una de las empresas de transporte y, con la colaboración de la Unidad de Guías Caninos de la Comisaría Provincial de Cádiz, se interceptó una caja blindada rellena de espuma de poliuretano en cuyo interior se hallaron 2.287 gramos de cocaína. Tras conocer los datos del domicilio al que se iba a enviar la droga, los agentes identificaron a la persona que debía recibirla y que, junto con su cómplice, tenía la intención de distribuirla entre otros traficantes para después ser vendida a los consumidores durante la temporada estival.
Una vez identificados los miembros de la organización en la isla y en la península se organizó un operativo simultáneo orientado a conseguir la detención de todos los integrantes de la red. Los agentes arrestaron a uno de los traficantes en su domicilio de la localidad gaditana de Trebujena, donde fue sorprendido cuando salía de la vivienda y se subía a un turismo.
Embistió a la Policía
En el interior del coche, junto al asiento del copiloto, se encontraron trece tabletas de hachís con un peso total de seis kilos, mientras que en el maletero se halló otra caja blindada con 21 paquetes con 12 kilos de esta droga. El segundo de los integrantes de la organización, de nacionalidad argelina y cabecilla de la trama en el sur de España, fue localizado por los agentes minutos más tarde cuando circulaba desde el municipio de Lebrija (Sevilla) hacia Trebujena. Al verse rodeado por la Policía, el líder de la trama optó por acelerar el vehículo que conducía e intentar arrollar a los agentes, que tuvieron que apartarse rápidamente para evitar ser atropellados. Posteriormente embistió el vehículo policial, tras lo que fue arrestado, al igual que los otros dos miembros de la banda, uno de ellos en Palma.
La sentencia de la Audiencia de Cádiz impone siete años de prisión y multas de 90.000 euros para cada uno de los procesados por un delito contra la salud pública. El cabecilla de la red, además, ha sido declarado autor de un delito de atentado contra agentes de la autoridad, por el que deberá cumplir otros tres años y tres meses de reclusión.
