Un turista francés de 42 años murió ayer en Playa de Palma tras precipitarse desde un sexto piso de un hotel. Los esfuerzos por reanimar a la víctima resultaron vanos. La Policía Nacional abrió una investigación para tratar de esclarecer los motivos de su muerte. Los agentes no encontraron mano criminal y los primeros indicios apuntan a que el hombre decidió acabar con su vida o bien se trató de un fatal accidente.

Los hechos ocurrieron sobre las ocho y cuarto de la mañana a la altura del número 36 de la calle Marbella de la Playa de Palma. Un turista francés de 42 años que se alojaba en el establecimiento hotelero situado en este punto se precipitó desde un sexto piso.

El impacto contra el suelo fue brutal. La víctima quedó tendida en un charco de sangre. El estruendo del golpe del cuerpo contra el suelo también llamó la atención del personal del hotel. El turista francés quedó tendido inerte en la calle.

Tras avisar a los servicios de emergencia un dispositivo especial se activó para atender a la víctima. Las asistencias sanitarias del Ib-salut se desplazaron hasta el número 36 de la calle Marbella a bordo de una UVI móvil.

Los facultativos no pudieron hacer nada por el turista francés. El hombre presentaba lesiones incompatibles con la vida. De hecho, tenía la columna vertebral rota por dos sitios. Una fractura cervical y otra dorsal. El personal sanitario solo pudo certificar su defunción.

A continuación, investigadores del Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía acudieron al lugar para tratar de esclarecer las circunstancias que rodearon la muerte del hombre. El primer problema que se planteó fue su identificación, ya que iba completamente indocumentado.

Los agentes realizaron una minuciosa inspección ocular y, tras las posterior consulta en el hotel, confirmaron que se trataba de un turista que se alojaba en dicho establecimiento.

Acto seguido, los policías interrogaron a los testigos que vieron precipitarse al hombre. Ninguno de los allí presentes había visto a nadie con él en los momentos previos a la caída. Todos los indicios recabados a que podría tratarse de una muerte voluntaria o bien de un posible accidente. Aunque este último extremo fue perdiendo consistencia a medida que avanzaban las pesquisas.

Autopsia

Asimismo, la comisión judicial del Juzgado de Instrucción número 12, ayer en funciones de guardia, se desplazó hasta el lugar donde había ocurrido la trágica muerte del turista francés. El médico forense certificó el dictamen de las asistencias sanitarias del Ib-salut. El cuerpo no presentaba más lesiones que las que le había producido la caída.

La diligencia del levantamiento del cadáver se prolongó durante varias horas. Pese a que la posibilidad de que hubiera una mano criminal había perdido fuerza desde el primer momento, los funcionarios del juzgado querían descartarlo sin ningún género de dudas.

Una vez ordenado el levantamiento, los operarios de los servicios funerarios introdujeron el cuerpo en el furgón con destino al Instituto Anatómico Forense. Hoy está previsto que le sea practicada la autopsia para esclarecer con exactitud la causa de la muerte.