Un juzgado de Palma ha condenado a El Pablo, el histórico narcotraficante de La Soledat, a una pena de dos años de prisión por un delito de tenencia ilícita de armas por tener escondidos en uno de sus domicilios de la calle Teix en mayo de 2013 dos revólveres con munición en perfecto estado de conservación y funcionamiento, de los que carecía de la oportuna licencia y guía de armas.

La magistrada también ha impuesto a uno de sus hijos un año y un mes de cárcel por un delito contra la salud pública, mientras que a un tercer acusado ha fijado un año y dos meses de prisión por los mismos hechos por dedicarse a mediados de 2013 a la venta de marihuana y hachís.

La sentencia, que no es firme, ha apreciado la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas en todos los imputados al haber estado paralizada la causa.

Según se declara probado, los sospechosos más jóvenes se dedicaban a vender marihuana y hachís en mayo de 2013 utilizando una vivienda de la calle Fornaris, en Palma, así como otros inmuebles colindantes de la calle Teix, en los que existe una comunicación y acceso interior. Cuando la Policía Nacional registró los domicilios el 16 de mayo de 2013, el hijo de El Pablo y su compinche huyeron. Durante la fuga, se deshicieron de pequeñas cantidades de cannabis y cogollos. Los agentes localizaron una balanza de precisión, un bloc con anotaciones y dinero. Luego, la Policía registró las casas de la calle Teix que utilizaba El Pablo. En un escondrijo en un mueble cajonero, los agentes intervinieron dos revólveres con cartuchos. Uno había sido manipulado y presentaba soldaduras. Las dos armas eran utilizadas por El Pablo, que las ocultó allí.