Un hombre que cumple condena en la cárcel de Palma se conformó ayer con una pena de un año y nueve meses de prisión por un delito de estafa con la agravante de reincidencia por engañar a una joven con la excusa de un proyecto laboral, quien contrató una línea de teléfono que luego él disfrutó. El sospechoso no cambió la titularidad de la línea, se quedó dos teléfonos y generó un gasto de 2.720 euros que pagó la víctima. Ahora, él tiene que indemnizarla con 3.224 euros.