Solo uno de los seis acusados del clan de 'Los Benabad' que se sentaron el banquillo el pasado mes de septiembre para responder de un presunto delito de tráfico de drogas ha sido condenado. El titular del Juzgado de lo Penal número 3 de Palma condenó a José Manuel Benabad Salazar a tres años y medio de prisión, al considerarle el responsable de un millar de plantas de marihuana en un edificio del barrio palmesano del Coll den Rabassa.

Por otro lado, el juez consideró que no había quedado lo suficientemente acreditada la participación de los otros cinco acusados en el delito. A continuación dictó su libre absolución.

Los hechos probados en la sentencia se remontan al pasado 24 de enero de 2014. El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, el juez José Castro, ordenó la entrada y registro en un inmueble de tres plantas situado en el número 4 de la calle Judit del Coll den Rabassa.

La solicitud había sido formulada al juez por la Guardia Civil tras numerosas vigilancias que apuntaban a que el edificio había sido reconvertido en un gigantesco invernadero de marihuana. Las sospechas se confirmaron al irrumpir en el edificio. Al irrumpir en las viviendas situadas en el primero izquierda, segundo derecha y tercero izquierda encontraron un millar de plantas de cannabis sativa.

Cuando los agentes del Instituto Armado entraron en el edificio solo encontraron al residente del primero izquierda, otro miembro de la familia Benabad, que ejerció como testigo durante el registro. Ante las preguntas de los investigadores sobre los laboratorios para el cultivo de marihuana, este afirmó desconocer su existencia y calificó que eran propiedad de su sobrino, a la postre el único condenado.

La defensa de todos los procesados -ejercidas por los abogados Gaspar Oliver, Bartolomé Salas, Breogán Gómez y David Colom- coincidieron en solicitar la nulidad de la diligencia de entrada y registro al entender que se había vulnerado el derecho a la inviolabilidad del domicilio, a la tutela judicial efectiva, a la presunción de inocencia y a tener un proceso con todas las garantías.

Las defensas, asimismo, abundaron en que no había motivación suficiente en el auto del juez y que el oficio de los investigadores era "escueto y contradictorio". El juez, por su parte, desestimó esta solicitud y consideró que el auto de entrada y registro estaba "suficientemente motivado".

Vigilancias

La vigilancia de la Guardia Civil detectó desde el primer momento "un olor constante a marihuana" en las inmediaciones del inmueble. Mucho más determinante para que el instructor ordenara la entrada y registro fue el fraude eléctrico y la compañía de agua.

Por este motivo, el juez de lo Penal condenó a José Manuel Benabad Salazar a indemnizar con 11.760,68 euros a Gesa y con 18.591, 32 euros a Emaya por un delito continuado de defraudación de fluido eléctrico y de agua, respectivamente.

Tres de los procesados en este juicio contra Los Benabad', entre ellos el único condenado a la postre, se encuentran en prisión por otro motivo. Todos ellos fueron arrestados el pasado mes de julio en el transcurso de la espectacular 'Operación Iron Belt' con un centenar de agentes de la Guardia Civil en el que se desmanteló este clan y el de la Eva.