La fiscalía solicita penas que suman 17 años de prisión para un hombre por abusos sexuales reiterados desde 2007 a 2014 a su sobrina discapacitada menor de edad en un domicilio de Palma. El sospechoso supuestamente sometía a la víctima a todo tipo de prácticas sexuales y tocamientos íntimos y en algunas ocasiones le entregaba cinco euros después de llevar a cabo estos actos. Además de abusar de ella, presuntamente también la fotografiaba y filmaba durante los episodios sexuales.

Cuando los investigadores registraron la habitación que ocupaba el procesado el pasado 10 de enero de 2015, descubrieron material de pornografía infantil. Los agentes intervinieron fotografías y vídeos de contenido sexual en los que aparecía su sobrina, que padece una discapacidad del 34 por ciento. También se incautaron de tres discos compactos con cerca de una quincena de vídeos pedófilos.

La Audiencia de Palma tiene previsto juzgar estos hechos la próxima semana. La fiscalía acusa al hombre, de 41 años, de dos delitos continuados de abuso sexual y otros dos delitos de corrupción de menores. Además de los 17 años de cárcel, el ministerio público pide que se prohíba al sospechoso aproximarse y comunicarse con la perjudicada por un periodo de quince años. En concepto de responsabilidad civil, la acusación pública interesa que la menor sea indemnizada con 25.000 euros.

Según el escrito de calificación provisional del fiscal, los hechos ocurrieron entre 2007 y finales de diciembre de 2014, cuando el procesado hizo tocamientos en el pecho y los genitales a su sobrina, de entre seis y trece años en esas fechas, en un número indeterminado de ocasiones. La menor sufre un retraso madurativo y un trastorno de aprendizaje y tiene reconocida una discapacidad del 34%. Los abusos presuntamente tenían lugar en la habitación del sospechoso, en un domicilio de Palma.

La acusación también mantiene que el hombre agarraba con fuerza a la víctima y la obligaba a practicar sexo oral. En alguna otra ocasión, trató de violarla, pero no lo consiguió. Después de estos actos, a veces le daba cinco euros.

Mientras el supuesto pederasta llevaba a cabo esta conducta, mostraba a su sobrina en el ordenador vídeos de prácticas sexuales con menores de edad.

De hecho, los agentes registraron su dormitorio en Palma el 10 de enero de 2015 y allí encontraron fotografías y vídeos en los que la perjudicada aparecía mostrando el pecho y realizando varias prácticas sexuales con su tío.

En tres discos compactos que iban numerados, los investigadores hallaron más material pornográfico infantil. Se trataba de catorce vídeos con un alto contenido pedófilo. A consecuencia de lo vivido, la víctima padece un daño psicológico y secuelas graves y ha precisado tratamiento.