El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, el juez José Castro, ordenó ayer el ingreso en prisión del presunto autor del incendio de la casa de su pareja en Sóller. El hombre, de 64 años, aseguró que sabía que no había nadie en el interior y que solo pretendía quemar algunas prendas de su pareja porque tiene graves problemas de convivencia con ella.

El incendio se inicio sobre las cinco y media de la tarde en el número 18 de la calle Romaguera de Sóller. La segunda planta del inmueble comenzó a arder y las llamas no tardaron en extenderse por el resto del inmueble.

El fuego no tardó en alcanzar grandes dimensiones y se extendió hasta la tercera planta del edificio. La segunda planta quedó en poco tiempo completamente destruida por los efectos devastadores del fuego.

Un importante dispositivo antiincendios se movilizó de inmediato para combatir el avance de las llamas. Efectivos de Bombers de Mallorca procedentes de los parques de Sóller y Calvià se sumaron a las dotaciones de Bombers de Palma venidas expresamente desde la capital balear.

Sustancia acelerante

La inusitada virulencia del fuego hacía vislumbrar, desde el primer momento, que podría tratarse de un fuego intencionado y que el autor podría haber utilizado alguna sustancia acelerante para acentuar los efectos de las llamas.

Durante casi tres horas, los bomberos estuvieron combatiendo el avance de las llamas hasta que lo pudieron dar por extinguido. Sobre las ocho de la tarde, regresaron a sus respectivos parques.

Mucho antes de que se estableciera un cordón de seguridad en torno al inmueble donde se habían iniciado las llamas, el presunto autor del inmueble se dirigió hacia el cuartel de la Policía Local de Sóller para confesar que él había sido el presunto autor del incendio.

El hombre, de 64 años y que trabaja de celador en un centro sanitario, no quiso dar lugar a alguna interpretación malintencionada. El presunto autor del incendio se dirigió hacia el cuartel de la Policía Local de Sóller y confesó desde el primer momento su autoría de los hechos.

Varios agentes de la Guardia Civil se personaron desde el primer momento uniformados en las dependencias policiales. La respuesta del sospechoso fue la misma que formuló a los efectivos de la Policía Local.

El sujeto reconoció que su intención inicial pasaba por quemar varios enseres aislados de la que había sido su pareja. El fuego, según su versión de lo ocurrido, no pretendía en ningún caso que se extendiera al resto de las dependencias del inmueble.

A continuación, los efectivos del Instituto Armado trasladaron al arrestado hasta los calabozos del cuartel de Sóller. El detenido se negó en todo momento a prestar declaración y se mostró cariacontecido por las dimensiones que había alcanzado el incendio de la vivienda de su pareja.