­La Guardia Civil ha puesto fin a la frenética actividad delictiva de ´la banda del taladro´. Los investigadores atribuyen a este grupo de delincuentes su participación directa en un centenar robos, este año y en años anteriores, en viviendas de Calvià con los moradores dentro.

La mayoría de los integrantes de la ´banda del taladro´ procedían de Albania. El grupo estaba perfectamente organizado y cada uno de sus componentes tenía asignada de antemano una misión. Tenían una amplia experiencia en este tipo de delitos y solían utilizar una carta de identidad italiana, que complicaba su identificación.

Los miembros de esta organización de delincuentes actuaban con sumo sigilo. Hasta el punto de que no despertaban a los residentes mientras se encontraban durmiendo. Cuando se despertaban los moradores, comprobaban estupefactos que su vivienda había sido desvalijada. La alarma empezó a cundir entre muchos vecinos de la localidad.

El ´modus operandi´ de estos delincuentes consistía en hacer un agujero con una herramienta manual. A través de la oquedad, introducían una varilla con la que lograban abrir la ventana desde el exterior. A partir de este instante tenían el camino expedito y podían desvalijar a su antojo el inmueble.

Su predilección a la hora de actuar eran los chalés de zonas residenciales de un elevado nivel de vida. Los estragos de esta banda se sintieron especialmente en urbanizaciones de Costa de la Calma, Costa d´en Blanes y Bendinat.

A medida que se iban sucediendo los delitos, la Guardia Civil fue recibiendo un aluvión de denuncias y activaron la ´Operación Boqueta´. Todos los robos mantenían un mismo patrón de actuación. Los ladrones habían irrumpido en la vivienda mientras los residentes se encontraban durmiendo y no se percataron del robo hasta la mañana siguiente. En los inmuebles permanecía siempre la huella del taladro con el que habían logrado acceder al interior.

Después de numerosas pesquisas, los investigadores del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Calvià fueron estrechando el cerco en torno a estos delincuentes. Así, el pasado mes de julio ya se logró identificar a los sospechosos.

Medidas de seguridad

La investigación culminó la semana pasada con la detención de una pareja: un hombre albanés y una mujer ecuatoriana. Tras prestar declaración el sábado en el juzgado de guardia, el juez ordenó el ingreso en prisión de él.

El pasado lunes fue detenido otro de los presuntos integrantes de la ´banda del taladro´, también de nacionalidad albanesa. En la tarde de ayer, la Guardia Civil trasladó al presunto delincuente desde los calabozos hasta el juzgado de guardia para su puesta a disposición judicial.

Uno de los hechos que más llamó la atención de los investigadores eran las numerosas medidas de seguridad que adoptaban los delincuentes para evitar ser detectados. El dinero y las joyas que sustraían en cada uno de sus golpes los escondían en ´zulos´ repartidos en puntos bien distantes de Mallorca. Los agentes del Instituto Armado recuperaron una gran cantidad de estos efectos. Otro tanto ocurría con las herramientas que utilizaban para perpetrar los robos. Los ladrones preferían enterrarlos en zonas boscosas. Así nunca eran sorprendidos con ellas en los controles.

Todos los objetos robados estarán expuestos en el cuartel de la Guardia Civil de Son Bugadellas desde el lunes hasta el miércoles.