La Audiencia de Palma inició ayer el juicio contra un padre por presuntos abusos sexuales reiterados a su hija cuando esta tenía tres y cuatro años en un domicilio situado a las afueras de la ciudad entre 2013 y 2014. Una pediatra del hospital de Son Llàtzer que exploró a la niña en agosto de 2014 recordó que la menor le dijo que su progenitor la había sometido a tocamientos íntimos. La víctima le indicó con gestos que el hombre le había colocado sus genitales en la boca, el tórax y la zona del pubis.

La facultativa descartó que hubiera habido penetración y contacto de fluidos. Según su versión, la madre de la paciente la llevó al hospital para que la visitara un especialista después de que la niña le comentara que tenía "un secreto con papá". La víctima utilizaba un lenguaje apropiado de una niña de cuatro años y contó lo ocurrido como algo normal y natural, según manifestó la doctora. "Le pregunté qué secreto es y al final nos lo contó", añadió la testigo. La menor contestó a varias de sus preguntas. "Me dijo que dormían juntos con el papá porque no había más sitio en casa de los abuelos", apuntó la pediatra.

También estuvo presente un forense durante la exploración. Luego, la perjudicada ya no relató nada más. La facultativa señaló que había un antecedente de un año antes.

Tras la declaración de la médico como prueba anticipada, fue el turno de cuatro policías nacionales que participaron en las diligencias. Dos de ellos manifestaron que en un primer momento la madre de la niña no quería poner denuncia. Posteriormente, otro agente tomó la denuncia a la mujer. La instructora del caso recordó que tomaron declaración a la progenitora e instruyeron diligencias. Según su versión, no se llegó a detener al acusado.

Tras practicar la prueba anticipada, la vista oral se suspendió hasta el próximo 19 de octubre. El abogado defensor Bartomeu Salas pidió la suspensión del juicio durante las cuestiones previas para poder realizar una prueba pericial con dos psicólogos. La acusación particular se opuso a que la perjudicada fuera explorada de nuevo, dos años después de los hechos, para no victimizarla. Finalmente, el presidente del tribunal de la sección segunda acordó que dos psicólogos hagan un informe sobre las grabaciones que ya existen de las entrevistas de los peritos a la menor.

La fiscalía solicita seis años de prisión para el padre por un delito de abuso sexual continuado. El ministerio público también reclama la privación de la patria potestad, otros cinco años de libertad vigilada y que se le prohíba aproximarse y comunicarse con su hija por un periodo de diez años. Según su tesis, entre septiembre de 2013 y agosto de 2014, sometió a tocamientos lascivos a la niña de entre tres y cuatro años. El letrado defensor pide la libre absolución del hombre.