La Audiencia de Palma ha confirmado en su integridad una sentencia de un juzgado penal de la ciudad que impuso tres años de prisión a un hombre por herir de gravedad a otro a machetazos cuando este reclamó a su amigo que le pagara una deuda por los trabajos de albañilería realizados. Los hechos ocurrieron en el verano de 2013 en un domicilio del barrio de Son Roca, al que la víctima acudió de madrugada para pedir el dinero que le correspondía. Cuando el acusado abrió la puerta de casa, el perjudicado aprovechó para lanzarle a la cara una maceta que una vecina tenía en el descansillo.

El imputado respondió furioso y "la emprendió a machetazos indiscriminadamente" contra el empleado, que fue alcanzado en la cabeza y distintas partes del cuerpo. La víctima cayó desplomada en el distribuidor de la primera planta y el agresor salió al rellano para seguir acuchillándola, pero cayó al suelo sobre ella tras resbalar con su sangre. El afectado sufrió graves heridas, tuvo que ser hospitalizado y precisó tratamiento quirúrgico y múltiples puntos de sutura. Le han quedado como secuelas una limitación de la movilidad de los dedos de la mano y múltiples cicatrices que suponen un perjuicio estético.

El tribunal de la sección primera ha ratificado el fallo del juzgado de lo penal 6 de Palma. La magistrada condenó al principal sospechoso a una pena de tres años de cárcel por un delito de lesiones agravado por uso de arma con la concurrencia de la circunstancia atenuante de legítima defensa. También le impuso una indemnización de 26.132 euros por las heridas y secuelas causadas. Mientras, el perjudicado, que también estaba acusado, fue absuelto de un delito de lesiones y sentenciado a un mes de multa a razón de cuatro euros diarios por una falta por haber arrojado la maceta a su contrincante. Por su parte, un tercer encausado, que era quien debía el dinero al empleado por los trabajos de albañilería, también fue absuelto de un delito de lesiones.

Agosto de 2013

Los hechos se remontan al pasado 24 de agosto de 2013, sobre las dos de la mañana, cuando la víctima, acompañada por un amigo, coincidió por casualidad en un bar de Palma con otros dos hombres, uno de los cuales le debía dinero por unos trabajos de albañilería. El empleado aprovechó la ocasión para reclamarle la deuda pero este hizo oídos sordos y se marchó del lugar junto con el otro varón. Ambos se dirigieron al domicilio del segundo, situado en la calle Cap Blanc, en el barrio de Son Roca, que compartía en régimen de alquiler con una mujer, que en esos momentos se encontraba durmiendo en su habitación. Fueron seguidos a cierta distancia por el trabajador perjudicado y su amigo.

La inquilina se despertó al escuchar ruidos y voces en la escalera que decían "es aquí, es aquí". Se levantó de la cama y poco después vio a uno de los sospechosos que salía de su habitación con un machete muy afilado de 40 centímetros de hoja en una mano y un cuchillo más pequeño, en la otra. También escuchó fuertes golpes en la puerta de casa. Alarmada, preguntó qué sucedía y el acusado le dijo: "Unos tíos nos quieren pegar". Ante ello, se encerró en su dormitorio y llamó a la Policía.

Acto seguido y debido a los insistentes golpes, el imputado abrió la puerta del domicilio y entonces su contrincante le tiró a la cara una maceta. El morador, en un ataque de ira, empezó a asestarle machetazos indiscriminadamente. La víctima no pudo esquivar las cuchilladas y fue alcanzada en la cabeza y varias partes del cuerpo. Cayó al suelo y el agresor intentó volver a atacarla, pero resbaló con su sangre. El acompañante del principal acusado permaneció quieto junto a la puerta, mientras que el amigo del herido lo recogió del suelo. Luego, el agresor lavó el machete y lo escondió debajo del colchón de su dormitorio. El arma fue descubierta e intervenida por la Policía Local de Palma.

El perjudicado sufrió severas lesiones en las manos, el cuello y el cuero cabelludo de las que tardó en curar 284 días. El encausado también resultó herido.