La muerte del agente de la Policía Local Biel Llull el pasado miércoles, arrollado el pasado miércoles en el kilómetro 28 de la carretera vieja de Sineu por una conductora ebria, es la séptima muerte que se produce de un ciclista en las carreteras mallorquinas en lo que va de año. La MA-3011 donde se produjo el atropello mortal de Llull es una de las carreteras más peligrosas de la isla. Buena prueba de ello es que el pasado mes de abril otros dos ciclistas murieron a escasos kilómetros de distancia.

El pasado 28 de abril una conductora falleció al estrellarse contra un muro en el kilómetro 21 de dicha vía. A su paso arrolló a dos ciclistas suizos. Uno de ellos, de 51 años, falleció en el acto. El otro, de 55 años, murió dos días después en Son Espases

Los meses de primavera y otoño las carreteras mallorquinas reúnen a miles de ciclistas que vienen a pedalear a Mallorca aprovechando el buen tiempo.