Un joven de 29 años ha sido condenado por atropellar a una niña de once en un paso de peatones de Inca, cuando circulaba a una velocidad muy superior a la permitida, y darse a la fuga después. La Audiencia Provincial ha confirmado la pena de dos años de prisión, impuesta por un juzgado de lo penal, por delitos de conducción temeraria y omisión del deber de socorro, pese a apreciar la atenuante de dilaciones indebidas. La víctima sufrió lesiones muy graves en la cabeza, estuvo en coma inducido y padece secuelas en la visión.

Los hechos ocurrieron a las diez de la noche del 8 de julio de 2011, cuando el acusado conducía un Toyota Yaris por la avenida de Alcúdia de la capital del Raiguer a una velocidad muy superior a la permitida. A la altura del número 132 no respetó un paso de peatones y arrolló a una niña de once años que lo cruzaba junto a sus dos hermanos. La pequeña se golpeó la cabeza contra la base del parabrisas del turismo y salió despedida a lo largo de 21 metros. Quedó inconsciente, tumbada boca abajo sobre el asfalto y sin ser atendida por nadie, pese a lo que el conductor abandonó el lugar a toda velocidad.

La niña sufrió un traumatismo craneoencefálico grave y requirió respiración asistida y coma inducido, además de varias contusiones y fracturas. Estuvo 12 días hospitalizada y tardó 220 en recuperarse. A consecuencia del atropello padece déficit de agudeza visual, descenso permanente del párpado superior del ojo derecho y perjuicios estéticos.

El juzgado de lo penal impuso al acusado un año y cuatro meses de cárcel y la pérdida del carné de conducir por el delito de conducción temeraria y otros ocho meses de cárcel por el de omisión del deber de socorro.

El joven recurrió la sentencia, alegando que conducía correctamente el vehículo y que el accidente, del que no fue consciente hasta más tarde, se produjo por un despiste. La Audiencia Provincial rechaza esta argumento y entiende que las pruebas fueron debidamente valoradas por el juzgado de lo penal. Sí le da la razón sobre el retraso en el plazo para dictar la sentencia -tardó más de un año desde el juicio- y aprecia la atenuante de dilaciones indebidas, pero no modifica la pena.