La fiscalía solicita penas que suman 24 años y medio de cárcel para tres hombres por intentar matar a un joven, al que atropellaron intencionadamente tras una pelea en el paseo Marítimo de Palma. El conductor del coche, además, estaba ebrio. El turismo, un Jaguar S-Type, arrolló a la víctima y la arrastró, atrapada en los bajos, a lo largo de casi 400 metros. El perjudicado sufrió lesiones de extrema gravedad y padece importantes secuelas -estuvo dos meses hospitalizado y se le concedió la incapacidad total-, por lo que el ministerio público reclama además que los procesados le indemnicen con 227.000 euros. El juicio por estos hechos se celebrará la semana próxima en la Audiencia Provincial.

Según el relato del fiscal, el 23 de mayo de 2010, hacia las seis de la madrugada, los tres sospechosos, Francisco L.A., que tenía 25 años, Juan José L.A., de 29, y Jaime L.O., de 54, salieron de una discoteca del Marítimo y se dirigieron al aparcamiento donde estaba su lujoso coche. Alrededor del vehículo se encontraba un grupo de jóvenes, con los que los acusados mantuvieron una discusión. Los tres montaron en el automóvil y, tras dar varios acelerones, fueron increpados por varios de los chicos, que golpearon el Jaguar. Los imputados se marcharon, pero a pocos metros de allí se detuvieron para comprobar los daños que había sufrido el coche y decidieron regresar para ajustar cuentas.

Arrastrado por la calzada

El Jaguar dio media vuelta para volver hacia el aparcamiento donde se había producido el altercado. En ese momento, uno de los miembros del otro grupo cruzaba la calzada. Al volante iba Francisco L.A., a quien Jaime L.O. instó a que acelerara cuando descubrió la presencia del joven. El conductor pisó el acelerador y atropelló a la víctima con intención, según la fiscalía, de acabar con su vida.

El perjudicado, que tenía entonces 21 años, quedó atrapado en una de las ruedas del Jaguar. El coche no se detuvo y arrastró a la víctima a lo largo de 379 metros pese a los gritos y advertencias de numerosos personas que presenciaron la escena. Cuando el turismo finalmente se paró, el conductor y el copiloto se marcharon del lugar, mientras el tercer ocupante quedó encerrado en la parte trasera. El joven que iba al volante fue capturado poco después y en la prueba de alcoholemia dio una tasa de 0,56 miligramos por litro de aire espirado, más del doble del máximo permitido.

La Policía encontró a la víctima atrapada en los bajos del turismo y rompieron una ventanilla para intentar quitar el freno de meno y liberarla. Sin embargo, el dispositivo era eléctrico y fue necesario elevar el coche con un gato para rescatarla. El herido ingresó en el hospital en estado crítico. Sufrió un traumatismo craneoencefálico, lesiones cerebrales, quemaduras por el roce con el asfalto en cara, tórax, abdomen, hombros, brazos y piernas, la amputación parcial de dos dedos y pérdida ósea en la pelvis. Fue sometido a dos intervenciones de cirugía plástica para reconstruir las zonas afectadas y estuvo 55 días hospitalizado. Tardó un año recuperarse y las secuelas físicas y psicológicas que padece hicieron que le fuera concedida la incapacidad total.

La fiscalía sostiene que los tres acusados actuaron de común acuerdo y asumiendo que la víctima podía morir en el atropello. Por ello, les considera autores de un delito de intento de homicidio con la agravante de abuso de superioridad, por el que reclama sendas penas de ocho años de prisión. Al conductor le imputa también otro delito contra la seguridad del tráfico por circular en estado ebrio y pide para él seis meses más de cárcel y la retirada del carné durante cuatro años.

Además, el ministerio público considera que los tres procesados deben indemnizar a la víctima con 27.000 euros por las lesiones sufridas y con otros 200.000 por las secuelas que padece a consecuencia del atropello.

Está previsto que el juicio por estos hechos se celebre entre el martes y el jueves de la próxima semana en la sección primera de la Audiencia Provincia del Palma.