Conducía borracho, hablaba por el teléfono móvil y llevaba a su perro suelto en el interior del vehículo cuando se produjo el accidente. Chocó contra otros dos coches, que se encontraban aparcados, y dio un vuelco hacia un lado que dejó el automóvil apoyado en el lateral derecho. Cuando la Policía Local llegó al lugar de los hechos y comprobó que no había lesiones aparentes, el conductor alegó que había sido culpa de su perro.

Ocurrió durante la madrugada del domingo en la calle Samil, en la Platja de Palma, y el hombre de nacionalidad rumana, llamado Gigi G. y de 26 años, argumentó que, instantes antes del choque, el can se había movido y le había provocado la pérdida de control del vehículo. Al principio, negó que hubiese bebido, pero los agentes desplazados le hicieron la prueba de alcoholemia y dio positivo, por lo que al final tuvo que reconocerlo. Se le imputa un delito contra la seguridad vial con accidente.

La madrugada anterior, en la calle Hort de les Ànimes, otro conductor circulaba con las luces apagadas y, tras ser advertido por una patrulla y hacer caso omiso, fue interceptado y los agentes detectaron que José M.R., nacido en 1964, había bebido. Le hicieron las pertinentes pruebas de alcoholemia y el etilómetro evidencial dio una tasa que casi quintuplica la permitida, por lo que se le imputa un delito contra la seguridad vial.