Caso Abierto - Diario de Mallorca

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Semana negra

Fugadas a los 20 minutos de retornar al centro

Un joven entra en los juzgados con un conjuntado traje muy chillón. l.marina

La pasada semana dos chicas de 14 y 15 años pusieron a prueba la paciencia de una patrulla de la Policía Nacional. Las dos menores se habían fugado de un centro de protección donde estaban internadas. Los agentes, como tantas otras veces, localizaron a las dos muchachas y las devolvieron a la institución. Sin embargo, la situación no tardó en volverse exasperante. Cuando apenas habían transcurrido veinte minutos desde que habían sido devueltas a la entidad, se recibió un aviso de que las dos chicas se habían vuelto a fugar. Los agentes se tuvieron que resignar y volver a buscarlas para hacerlas retornar. Nada nuevo. De hecho, esta misma semana otra menor con casi medio centenar de fugas en su haber volvió a las andadas. Unos días después también fue localizada y devuelta al centro encargado de su custodia.

Sandías peligrosas

La Policía Local de Marratxí recibió el pasado domingo un curioso aviso. Un ciudadano paseaba por el Pla de na Tesa cuando se topó con un montón de sandías abiertas en un parque infantil de la zona. Las piezas tenían varios cubiertos clavados y, según el requirente, suponían un peligro para los niños que quisieran utilizar los juegos. Una patrulla se desplazó al lugar para hacerse cargo de las frutas.

Esfuerzos en vano

El mismo día, la Unitat d'Intervenció Immediata (UII) de la Policía Local de Palma se movilizó para intentar salvar la vida de una anciana. La mujer fue descubierta por sus familiares en un domicilio del Paseo Marítimo, inconsciente y en parada cardiorrespiratoria. Los agentes llegaron en cuestión de segundos, empezaron a practicar maniobras de reanimación a la víctima y solicitaron una ambulancia. Todo fue en vano y no pudieron más que certificar su defunción.

Una buena solución

El aparcamiento para motos que hay frente a los juzgados de Vía Alemania llevaba años siendo un caos. Los vehículos se estacionaban de forma desordenada y muchas veces los coches que giraban desde las Avenidas se las llevaban por delante. Hace unas semanas, la zona ha sido pintada para delimitar plazas individuales. Ley y orden.

Una indumentaria chillona

El pasado jueves los padres del joven David Grimaldos, que falleció electrocutado el 31 de agosto de 2014 al tocar una farola de Bunyola, acudieron con su abogado a los Juzgados de Vía Alemania a recoger la sentencia en la que se absolvía al exalcalde Jaume Isern y condenaba a dos años de prisión al electricista municipal por un p delito de homicidio por imprudencia grave. La expectación mediática era máxima. Sin embargo, durante un tiempo la atención se desvió. La culpa la tuvo la entrada de un individuo en la sede judicial ataviado con una suerte de pijama chillón con motivos de plátanos. Una indumentaria atípica y en absoluto discreta para acudir a los juzgados. Tras el destello fugaz la atención retornó a la resolución judicial sobre la trágica muerte del joven.

Helados ahumados

El pasado martes un aparatoso incendio en el polígono Son Llaüt de Santa Maria desató todas las alarmas. El fuego amenazaba una zona boscosa y un helicóptero del Ibanat se movilizó junto con Bombers de Mallorca. Al final el incendio afectó a un camión de una nave de helados y a palés apilados en la puerta. Salvo estos daños, solo hubo que lamentar que algunos helados quedaran ahumados.

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