Un hombre fue detenido en la Platja de Palma tras hallar en su casa alrededor de 10.000 relojes falsificados y cuya venta podría haber generado un beneficio de unos 40.000 euros. La mercancía perfectamente distribuida en 60 cajas constaba no solo de relojes de reconocidas marcas, como Rolex, Hublot o Breitling, sino también de ropa deportiva y complementos femeninos de marca. El presunto delito contra la propiedad industrial, que se detectó el pasado miércoles, fue hallado por casualidad, cuando la Policía Local acudió a la calle Trasimé número 45 atendiendo a una llamada sobre las dos de la madrugada que alertaba de un posible maltrato a un menor, ya que un vecino había oído gritos, golpes y sollozos.

Los agentes se personaron en el lugar y, tras comprobar que el niño no había sufrido lesiones ni agresiones, se percataron de que había una habitación cerrada con llave y pidieron al dueño que la abriera para comprobar si había otro niño encerrado. Cuál fue su sorpresa al ver la estancia llena de cajas de plástico con la mencionada mercancía.

La Policía solicitó al juzgado de guardia una orden de entrada domiciliaria por este motivo y practicó un registro acompañado con un letrado de la Administración de Justicia. El acusado, un senegalés de 59 años, afirmó que había comprado los relojes a un fabricante por tres euros y los revendía a siete. Fue detenido por un delito contra la propiedad intelectual.