El 'modus operandi' de los delincuentes consiste en bloquear a la víctima para que no pueda desvelar el engaño. Mantienen al objetivo bajo presión, le dicen que tiene que dejar descolgado el teléfono y que les facilite el número de su móvil. La víctima no tiene así oportunidad de denunciarlo ni de comprobar que su familiar se encuentra bien.