Una turista inglesa de 62 años murió ayer al ser arrollada por una furgoneta en el Port de Pollença. La víctima estaba corriendo junto a una amiga por el arcén de la carretera que lleva a Alcúdia cuando se adentró en la calzada para cruzar sin advertir la llegada del vehículo, que se la llevó por delante. Los servicios sanitarios solo pudieron confirmar su defunción. La Guardia Civil detectó indicios de que el conductor de la furgoneta había consumido un potente fármaco e investiga ahora si afectaba a sus facultades cuando se produjo el siniestro. En lo que va de año, son ya 41 las personas fallecidas en accidentes de tráfico registrados en Balears, según los datos recopilados por este diario.

Los hechos ocurrieron al filo de las ocho y media de la mañana en el kilómetro 62,5 de la carretera MA-2220, justo delante del restaurante Can Cuarassa, informaron fuentes policiales y sanitarias. Varias llamadas alertaron a los servicios de emergencias de que un peatón había sido atropellado y al lugar acudieron patrullas de la Policía Local de Pollença y la Guardia Civil, una UVI móvil y un médico del PAC de la localidad.

Los efectivos sanitarios encontraron a la víctima inconsciente y en parada cardiorrespiratoria y solo pudieron certificar su fallecimiento. El óbito fue comunicado al juzgado de guardia de Inca y el cadáver, trasladado al Instituto de Medicina Legal de Palma para practicarle la autopsia.

La Guardia Civil de Tráfico asumió la investigación del siniestro. Los agentes averiguaron que la víctima era una turista inglesa de 62 años que estaba corriendo en compañía de otra mujer cuando ocurrieron los hechos. De las declaraciones de los testigos se desprende que ambas se dirigían hacia Alcúdia cuando la víctima entró en la calzada con la intención de cruzar hacia el arcén más cercano al mar en un punto sin paso de peatones ni otra regulación. La mujer no detectó que por su izquierda llegaba una furgoneta, cuyo conductor no pudo evitar arrollarla mortalmente, añadieron las mismas fuentes.

Los agentes se entrevistaron también con el conductor del vehículo, una Mercedes Sprinter. El hombre dio negativo en la prueba de alcoholemia, pero se detectaron indicios de que había tomado un fármaco. Los investigadores estaban a la espera de realizar más pesquisas para comprobar si el consumo de este medicamento mermaba sus facultades cuando tuvo lugar el accidente. El hombre no fue detenido ni está acusado de ningún delito a la espera de los resultados.

Una de las hipótesis que manejaban los agentes de la Guardia Civil es que la corredora mirase hacia el lado equivocado antes de cruzar, dado su origen británico. Así, la víctima habría actuado como si los vehículos circulasen por la izquierda, como sucede en su país, lo que le habría llevado a pensar que no venía ningún automóvil cuando se adentró en la calzada. Las fuentes policiales consultadas señalaron que este tipo de errores son frecuentes entre los turistas procedentes de países sajones.

Con este nuevo siniestro mortal, aumentó a 41 la cifra de personas fallecidas en las carreteras de Balears en accidentes de tráfico ocurridos desde que comenzó el año. En lo que llevamos de agosto son ya ocho las víctimas mortales en el archipiélago.

Por otra parte, un joven de 22 años resultó herido grave en Formentera, con politraumatismos y amputación del brazo izquierdo, tras colisionar con su moto contra un coche en un accidente ocurrido ayer a las dos de la tarde en la carretera de Porto Salé a Cala Saona. El joven fue trasladado al hospital Son Espases, en Palma.