Un turista alemán de 20 años consiguió salvar la vida ayer pese a caer al vacío desde el octavo piso de un hotel de s'Arenal. El joven regresó al establecimiento de madrugada, ebrio tras una noche de fiesta con varios amigos, y se precipitó por el hueco de la escalera. En su caída partió varias barandillas de madera, que amortiguaron el golpe. Sufrió traumatismos y contusiones graves, pero ayer por la tarde permanecía estable en la UCI de Son Espases. La Policía, que encontró efectos de la víctima en varias plantas del edificio, abrió una investigación que apunta a una caída accidental.

Los hechos ocurrieron hacia las tres y media de la madrugada en el hotel Pabisa Bali, en el número 18 de la calle Pare Bartomeu Salvà, explicaron fuentes policiales y sanitarias. Varios testigos escucharon un fuerte golpe y encontraron a un joven malherido en el entresuelo del establecimiento, por lo que alertaron a los servicios de emergencias. Al lugar acudieron de inmediato una UVI móvil del Ib-Salut y agentes de la Policía Nacional.

Los efectivos sanitarios comprobaron que la víctima presentaba diversas contusiones y traumatismos en varias partes del cuerpo. Los médicos estabilizaron al chico y lo trasladaron al hospital Son Espases. Allí fue sometido a varias pruebas para conocer el alcance exacto de las lesiones y se comprobó que ninguna de ellas ponía en riesgo su vida. Fuentes del centro explicaron ayer por la tarde que la víctima permanecía ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), estable y bajo continua vigilancia médica.

Los agentes de la Policía Nacional pusieron en marcha una investigación para esclarecer desde dónde y por qué se había precipitado el joven. Las gestiones permitieron identificar a la víctima como R.L.W., de 20 años, nacionalidad alemana y residente en Polling (Baviera), y comprobar que estaba alojada en el establecimiento hotelero. Los policías averiguaron también que se había precipitado por el hueco de la escalera desde el octavo piso del inmueble y llevaron a cabo una detenida inspección ocular.

Los funcionarios comprobaron así que la víctima se había golpeado contra las barandillas de madera de varias de las plantas, que quedaron partidas. Esos golpes amortiguaron la caída y minimizaron la gravedad de las heridas. Además, los policías encontraron diversas pertenencias que el joven fue perdiendo al precipitarse, como una gorra y una zapatilla, en varias de las plantas del establecimiento.

Al hotel llegaron poco después de los hechos varios amigos de la víctima, que fueron interrogados para tratar de esclarecer lo ocurrido. Según contaron, habían estado toda la noche en varios bares y discotecas de la zona de s'Arenal, consumiendo gran cantidad de bebidas alcohólicas. Pasadas las tres de la madrugada, R.L.W. decidió poner fin a la fiesta y regresar al hotel en el que están alojados. Sus acompañantes decidieron continuar, por lo que volvió solo. Otros testigos confirmaron que la víctima desprendía un fuerte olor a alcohol cuando fue descubierto en el entresuelo del establecimiento, según explicaron las mismas fuentes.

Las pesquisas llevadas a cabo por la Policía Nacional permitieron descartar la intervención de otras personas en lo ocurrido y apuntan a una caída accidental del joven. Los agentes creen que la víctima perdió el equilibrio cuando intentaba llegar a la habitación en la que estaba hospedado y se precipitó al vacío.

Los agentes encargados del caso estaban a la espera de que el joven se recupere para poder interrogarlo y confirmar esta hipótesis.