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Tribunales

A prisión el arrestado por atracar dos salones de juegos

El acusado, de 21 años, admitió haber perpetrado los dos asaltos en locales de Palma pero alegó que iba drogado y que lo hizo por encargo

El joven sospechoso, de 21 años, fue captado por una cámara de videovigilancia. policía nacional

El joven de 21 años detenido el pasado lunes por la Policía Nacional por haber atracado dos salones de juegos de Palma en junio y julio ingresó el miércoles por la tarde en prisión provisional por orden judicial. El muchacho, de origen ecuatoriano si bien tiene nacionalidad española, confesó los hechos ante la magistrada de guardia de la ciudad. El sospechoso admitió haber perpetrado los dos asaltos en los locales, pero alegó que iba muy drogado y que actuó presionado por otros dos hombres, quienes le encargaron que robara en ambos establecimientos situados en las calles Eusebi Estada y Foners.

El primer golpe se produjo el 17 de junio, pasadas las doce de la noche, cuando el supuesto asaltante se dirigió hacia una empleada de un salón recreativo y le dijo: "Esto es un atraco, tengo una pistola aquí dentro". Acto seguido, metió la mano en una mochila e hizo ademán de empuñar algún objeto. "Dame el dinero o te mato", le espetó. La víctima le entregó unos 1.500 euros y su teléfono móvil. El joven huyó a toda prisa.

El sospechoso recordó en su declaración judicial que no se quedó con el botín, sino que lo entregó en una mochila a uno de los hombres que le presionaron, quien pasó a recogerlo con un coche. Además, el presunto atracador aclaró que no llevaba una pistola en su bolsa ni ninguna otra arma.

Un mes después, el pasado 31 de julio volvió actuar en otro salón de juegos de la ciudad. Sobre las once de la mañana, el muchacho accedió al local con unas gafas de sol y se acercó a la barra. Con la excusa de pedir cambio, asaltó a otra víctima. "Esto es un atraco", advirtió, mostrándole del lateral izquierdo de su cintura lo que simulaba ser la culata de una pistola. En esta ocasión, el sospechoso consiguió hacerse con un botín de unos 250 euros.

El arrestado reconoció que se quedó con ese dinero, así como también con los teléfonos móviles que robó. Precisamente, con uno de estos terminales envió mensajes a su madre. Así, los agentes del Grupo de Atracos de la Policía Nacional lo localizaron y detuvieron. El miércoles fue a prisión.

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