Dos detenidos el pasado sábado por la noche por un altercado con la Policía, en el que un centenar de vendedores ambulantes se enfrentó a los agentes en s'Arenal, quedaron ayer al mediodía en libertad por orden judicial. Ambos estaban acusados de un delito de atentado y otro de alteración del orden público, si bien se les podría añadir otro delito más de lesiones, ya que un policía nacional precisó cuatro puntos de sutura en una ceja al recibir un golpe. Además, en la causa figuran cinco partes médicos de agentes lesionados.

Los dos arrestados, ambos ciudadanos de origen senegalés, negaron haber golpeado o increpado a los policías en su declaración judicial. Uno de ellos, un vendedor ambulante de la zona, reconoció que vio la trifulca, pero rechazó haber tomado parte en ella. Según su versión, en ningún momento arrojó un taburete contra los agentes. Sin embargo, un policía le incrimina y le acusa de lanzar la silla contra el dispositivo policial.

El otro sospechoso explicó que el sábado por la noche cuando se presentó un agente de la Policía Local de Palma en las inmediaciones de la calle del Jamón, en s'Arenal, todos los vendedores ambulantes que había en la zona arrancaron a correr. Él también trató de huir, pero al ser mayor que el resto de compatriotas, quedó rezagado y fue alcanzado por el agente. Según su versión, el policía lo arrojó contra el suelo y, debido al golpe, quedó inconsciente. El detenido negó haber agredido al funcionario porque dijo que había perdido el conocimiento en esos momentos.

Esta versión difiere totalmente a la del policía que mantiene que el vendedor ambulante se mostró muy agresivo y se resistió a ser detenido. Según el agente, el sospechoso le atacó y le golpeó. Ante la violencia que mostró, tuvo que pedir refuerzos a otros compañeros e incluso se desplazaron policías nacionales que tuvieron que cargar con material antidisturbios cuando un centenar de vendedores ambulantes se enfrentó a ellos. El arrestado indicó que ese policía local les acosa y siempre les persigue.