La fiscalía reclama una condena de doce años de prisión para el acusado de matar a un joven degollándolo con una botella de cristal rota en el barrio de Gomila, en Palma, las pasadas Navidades. El ministerio público considera al sospechoso, Emerson M.H., un fornido culturista de 36 años de origen colombiano, autor responsable de un delito de homicidio. Según la acusación pública, el hombre atacó con una botella rota a un compatriota, Michael Andrés Torres, de 26 años, y se la clavó en el cuello. El crimen se produjo la pasada Nochebuena en las escaleras de s'Aigua Dolça, después de una pelea en el interior de una discoteca de la calle Joan Miró.

La brutal agresión en plena calle fue grabada por un testigo con su teléfono móvil. El vídeo fue aportado a la causa y se convirtió en una prueba clave, ya que recoge toda la secuencia del ataque con la botella. El imputado, que tres días más tarde se entregó en la comisaría de la Policía Nacional en Manacor, confesó los hechos ante la juez en Palma, quien ordenó que fuera encarcelado por el homicidio.

Medio año después, el caso llega a la Audiencia de Palma. Un jurado popular juzgará el crimen el próximo 12 de septiembre. Además de los doce años de prisión que solicita el fiscal, también pide que se prohíba al sospechoso aproximarse a menos de 300 metros y comunicarse con la madre, la hermana y la novia del fallecido durante catorce años. En cuanto a la responsabilidad civil, el ministerio público interesa una indemnización de 50.000 euros a los herederos de Michael Andrés Torres por su muerte violenta.

Los hechos se remontan a la madrugada del pasado 25 de diciembre de 2015 cuando el acusado Emerson M.H. se hallaba junto con amigos y familiares celebrando la Nochebuena en una discoteca ubicada en la calle Joan Miró, en Palma.

Sobre las seis de la mañana, se produjo un incidente dentro del establecimiento cuando una persona tocó el culo a la hijastra del imputado. Este hecho desembocó en una pelea multitudinaria con heridos leves que acabó cuando los vigilantes de seguridad del local sacaron afuera a las personas que habían iniciado la trifulca. Entre ellas se encontraba Michael Andrés Torres, un joven colombiano de 26 años, junto con su hermana y su novia. La reyerta en el interior de la discoteca se ha investigado en un procedimiento judicial distinto, independientemente del crimen.

Posteriormente, sobre las siete menos diez minutos de la mañana, el acusado salió del establecimiento y comprobó que en la parte alta de las escaleras que llevan a la calle Joan Miró se hallaba Michael Andrés con sus familiares. De nuevo se reprodujo la discusión en el transcurso de la cual el muchacho trató de romper, sin conseguirlo, una botella de cristal contra los escalones. Entonces, Emerson M.H. cogió otra botella de cristal, la rompió y se dirigió hacia el perjudicado con la intención de matarle, según la fiscalía. El acusado le clavó el vidrio en el cuello y le causó una herida incisocortante que seccionó la vena yugular y la arteria carótida. A los dos días falleció en el hospital de Son Espases debido al shock hemorrágico sufrido. Por su parte, el presunto agresor se entregó el 28 de diciembre de madrugada ante la Policía Nacional en Manacor.