Dos ingenieros de Industria que inspeccionaron el alumbrado público de Bunyola tras la electrocución de un joven ocurrida en agosto de 2014 han asegurado hoy en el juicio que todas las farolas del paseo donde ocurrió el suceso estaban sin protección por un cuadro general en mal estado.

Según ha explicado uno de los técnicos que ha declarado como perito en el Juzgado de lo Penal 4 de Palma, donde se juzga al exalcalde y al exelectricista por imprudencia grave con resultado de muerte, la instalación de donde partía la corriente hacia las farolas del paseo hacía que "todas las farolas que colgaban de este cuadro estaban sin protección".

Al inspeccionarlo constataron que ninguno de los mecanismos que corta la corriente en caso de que haya corriente en exceso -el diferencial y los magnetotérmicos-, no actuaban y no protegían la instalación. "Detectamos expresamente que no había ningún elemento de protección sobre la farola", ha dicho uno de los ingenieros.

Otro perito de una empresa que vio el cuadro general ha dicho que "estaba todo manga por hombro".

Al inspeccionar la farola donde se electrocutó el joven, los ingenieros de Industria detectaron numerosos defectos como que la luminaria estaba abierta y podía entrar agua, no había tapa para cubrir el fusible, había restos de un saltamontes dentro del mecanismo, y el fusible había sido reemplazado por un cable degradado que hacía de conductor activo al tocar directamente la carcasa y ponía en tensión todo el báculo.

La conclusión de los ingenieros de Industria es que lo que provocó la electrocución fue que la farola tenía corriente y la transmitía. "Es determinante que el báculo esté en tensión" y aunque el joven no hubiera estado tocando también una valla metálica, hubiera recibido una descarga.

Ha añadido que la toma de tierra no funcionó porque había "bastante intensidad".

Los ingenieros han señalado que ese tipo de instalaciones no requieren inspecciones por su baja intensidad y han añadido que los ayuntamientos no pueden "ejecutar ni reparar ni mantener instalaciones eléctricas" por lo que el personal del consistorio no podía hacer los trabajos para arreglar la instalación.

Industria todavía no ha autorizado las farolas del paseo, que siguen sin corriente, ha explicado uno de los ingenieros que ha detallado que a raíz de este accidente se puso en marcha una campaña específica de inspecciones de alumbrado público, adicional a las esporádicas que habían empezado un año antes del suceso.

En la inspecciones efectuadas desde entonces, con la revisión de un mínimo de dos instalaciones en cada localidad, han detectado deficiencias en alrededor de un 60 % de los casos y han dejado "sin suministro a muchos municipios de Mallorca".

Por otra parte, otro ingeniero de Endesa que ha declarado como perito ha dicho sobre lo ocurrido aquella noche que la barrera metálica que tocó el joven no tenía corriente y la farola donde apoyó los pies descargaba 137 voltios, la diferencia que provocó la electrocución.

Ante la imposibilidad de que una vecina de edad avanzada acudiera a declarar como testigo, la jueza Francisca Ramis ha leído en el juicio la declaración que prestó durante la instrucción, cuando relató que un sobrino suyo había recibido un calambrazo en el mismo lugar un año antes del suceso, al colocar una barrera metálica.

Según la señora, ella le comentó lo ocurrido al electricista municipal y él le respondió que y estaba arreglado.

Tanto el exalcalde como el exelectricista, para quienes piden 1 años y 6 meses de prisión en el juicio dijeron ayer durante su declaración que nadie les informó de que hubiera deficiencias en la farola.