La élite de la Guardia Civil actuó en la culminación de la ´Operación Iron Belt´ contra el tráfico de drogas en Mallorca. Los efectivos vinieron expresamente de la Península. Por un lado, la Unidad Especial de Intervención (UIE) se encargó de irrumpir en los domicilios donde se presumía que pudiera haber armas de fuego sin dar tiempo de reacción a los moradores. Mientras, los miembros del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) tomaron Son Banya para impedir cualquier atisbo de resistencia.

Estas unidades del Instituto Armado de una concienzuda preparación para estas operaciones especiales llegaron expresamente a Mallorca procedentes de Madrid, Aragón y Valencia para la fase final de esta espectacular redada antidroga.

Las pesquisas habían partido de los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Llucmajor. Sin embargo, el volumen y la complejidad que adquirió la investigación precisaba del apoyo de estas unidades especiales.

La Unidad Especial de Intervención es un grupo de élite perfectamente preparado para las actuaciones de extrema peligrosidad, el equivalente al GEO de la Policía Nacional en el Instituto Armado.

Misiones peligrosas

Solo intervienen en misiones muy puntuales. En los casos de secuestros y liberación de rehenes, motines en cárceles, lucha antiterrorista, abordajes o en la detención de delincuentes muy peligrosos se requiere su presencia. En este caso, los investigadores ya habían señalado a la organización de narcotraficantes por ser poseedores de armas de fuego.

Los expertos señalaron las cinco y media de la madruga para irrumpir en las viviendas y aprovechar el factor sorpresa. La unidad de élite encontró en los domicilios registrados seis armas de fuego y abundante munición para poder usarlas.

Mientras, los efectivos del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) tomaron al asalto Son Banya. Sus imponentes uniformes negros acorazados intimidaron a los residentes en el conflictivo poblado palmesano. Su proverbial celeridad y la contundencia a la hora de actuar les había idóneos para irrumpir por sorpresa en este asentamiento.

Esta operación antidroga era de una extrema complejidad, con importantes conexiones internacionales. En cuanto al número de detenidos, los inmuebles registrados y la gran cantidad de efectivos de la Guardia Civil actuantes -en torno a trescientos- es la intervención más importante que ha tenido lugar en Mallorca en los últimos años contra el tráfico de sustancias estupefacientes.

La gran cantidad de detenidos en la fase final de la ´Operación Iron Belt´, más de 40, ha supuesto que los tengan que repartir en los distintos calabozos de las dependencias de la Guardia Civil de Mallorca. A lo largo de la jornada de ayer, los investigadores tomaron declaración a los principales cabecillas de la organización.