Carlos P.F., el hombre de 36 años que prendió fuego a su expareja ante el hijo de ambos de 22 meses en Alcúdia, afirmó que actuó por despecho y bajo los efectos del alcohol y las drogas. "Me ha cambiado por otro y no me lo quería decir. Solo quise darle un susto y se me fue de las manos", afirmó en su declaración ante la jueza, que ordenó su ingreso en prisión por dos delitos de asesinato en grado de tentativa y otro de incendio. Según su versión, durante las 16 horas anteriores a la agresión consumió alcohol, cocaína y LSD. La víctima continuaba ayer ingresada en estado muy grave en la UCI de la Unidad de Quemados del hospital Vall d'Hebron, en Barcelona, con quemaduras en más del 80% del cuerpo.

El hombre contó que el pasado martes su compañera le anunció que daba por finalizada la relación, aunque le dijo que podría quedarse en la vivienda. Hacia las tres de la tarde, el acusado se marchó y empezó a beber. Estuvo todo el día y la noche siguiente tomando alcohol y drogas en el Port d'Alcúdia con unos jóvenes que conoció en la playa, a quienes anunció su intención de pegar fuego a la víctima. Fue cuando se quedó solo, a altas horas de la madrugada, cuando decidió llevar a cabo el plan.

"Empecé a pensar mal y se me nubló la cabeza. Fui caminando hasta una gasolinera y cogí una botella de una papelera por el camino", relató. Carlos P.F. contó que la estación de servicio estaba cerrada cuando llegó y tuvo que esperar 20 minutos. Pidió que le llenasen el recipiente de combustible alegando que el coche se le había parado.

Cuando llegó a la vivienda en la que dormían su expareja y el hijo de ambos tuvo que colarse, ya que se había dejado las llaves y al abrir la puerta la víctima se levantó al oír ruidos. "Solo quise darle un susto y se me fue de las manos. Ella salió de la habitación y me dijo: '¡Carlos, por favor, no!'. Yo le contesté: 'Si tú no quieres estar conmigo no vas a estar con nadie. Yo os quiero y quiero estar con mi niño y no quiero que esté con otro". El hombre relató cómo lanzó un chorro de gasolina a la mujer, tiró la botella y encendió y arrojó al suelo un mechero. "Se prendió todo. Me arrepentí rápido e intenté taparla con una manta, pero la casa estaba llena de humo y no se veía nada", afirmó. El acusado aseguró que trató de rescatar a la víctima y se tiró a la cama en busca de su hijo, pero que ella cogió al niño en brazos y salió por la ventana.

La mujer, con gravísimas quemaduras de segundo grado en el 80% del cuerpo, huyó en coche con el pequeño de 22 meses hasta la casa de su madre y fue trasladada a Son Espases. Tras ser atendida en el centro palmesano, fue evacuada en estado muy grave al hospital Vall d'Hebron, en cuya UCI de la Unidad de Quemados continuaba ingresada ayer. El niño sufrió también quemaduras en el 10% del cuerpo y otras lesiones.

Carlos P.F. fue detenido aquella misma mañana cerca del lugar de los hechos. "Me siento muy arrepentido. Espero que ella se cure y sean muy felices los dos, mi hijo y ella", concluyó en su declaración ante la jueza. La magistrada decretó su ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza por dos delitos de asesinato en grado de tentativa y otro de incendio y ordenó que se le tome en prisión una muestra de orina para llevar a cabo un análisis de tóxicos.