El hombre acusado de violar varias veces a lo largo de cuatro años a su hija menor de edad y contagiarle una enfermedad de transmisión sexual negó ayer los cargos durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Palma. El sospechoso rechazó haber abusado de la niña y aseguró que nunca ha padecido esa enfermedad. La víctima no quiso responder a las preguntas que pudieran perjudicar a su padre. La fiscalía, al concluir la vista, mantuvo su petición de 13 años de prisión para el procesado por agresión sexual, provocación sexual y lesiones, mientras que la defensa incidió en la ausencia de pruebas y solicitó la absolución.
El ministerio público sostiene que el acusado, de 36 años, agredió sexualmente a su hija cuando esta tenía entre siete y once, desde 2007 hasta 2011. La obligó a practicar felaciones mutuas e incluso trató de penetrarla varias veces. Durante estos contactos, según la fiscalía, contagió a su hija una infección vírica. Los médicos que la examinaron cuando el caso salió a la luz detectaron que presentaba condilomas acuminados en la región perineal y la sometieron a un tratamiento. Además, el hombre habría mostrado a la niña vídeos en los que aparecían él y la madre manteniendo relaciones sexuales.
La mujer declaró en el juicio que supo de los supuestos abusos a través de una amiga de su hija mayor. Cuando le preguntó a la víctima, esta le explicó que su padre había abusado de ella y la llevó al pediatra. La testigo negó ante el tribunal haber presionado a la menor para que contara cosas que no eran ciertas.
Los psicólogos que atendieron a la pequeña afirmaron que su relato de los abusos era creíble, mientras que el forense apuntó que la fuente del contagio podría no estar relacionada con un caso de abusos, ya que basta el roce de una toalla mojada para infectarse.
El abogado defensor incidió en su informe en que su cliente nunca ha padecido esa enfermedad y reclamó su absolución. La fiscal, por su parte, solicitó 13 años de cárcel para el procesado, así como una orden de alejamiento de su hija de 20 años y una indemnización de 7.500 euros.
