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Fuego

"No sabemos cuándo volveremos a casa"

El edificio del número 8 de la calle Andreu Feliu permanece precintado por los graves daños causados tras el incendio del lunes

Residentes en el número 8 de la calle Andreu Feliu, ayer, ante el edificio siniestrado.. lorenzo marina

Cariacontecidos y compungidos. De esta manera, vecinos del número 8 de la calle Andreu Feliu se acercaron ayer al edificio y comprobaron desolados que no se les permitía regresar a sus casas. El incendio declarado el lunes había provocado el derrumbe de unos 200 metros cuadrados de terrazas, afectó a las vigas y a la estructura de todo el inmueble.

"El edificio permanece precintado 'sine die', porque tiene graves daños", precisó ayer el sargento de Bombers de Palma Andreu Munar después de examinar la estructura en compañía de técnicos del Ayuntamiento de Palma.

Algunos residentes en el inmueble siniestrado se acercaron ayer por la mañana al edificio de la calle Andreu Feliu esperanzados tras haber pasado una noche fuera. "No sabemos cuándo volveremos a casa", se lamentaron visiblemente abatidos. La contundente respuesta de los expertos les dejó abatidos. El edificio permanecía precintado por tiempo indefinido, debido al riesgo evidente que representaba para sus moradores.

El incendio de grandes dimensiones declarado el lunes en un taller de electrodomésticos, situado en la planta baja, causó graves desperfectos en el inmueble. El edificio se había quedado sin suministro eléctrico ni de agua. Además, las vigas habían quedado seriamente dañadas por las muy elevadas temperaturas que se habían alcanzado. Hasta el punto resultaron afectadas que la estructura no reunía las mínimas garantías y amenazaba con desplomarse.

Los vecinos solo se pudieron adentrar en el inmueble, acompañados por un bombero, para acudir a sus respectivas viviendas a recoger ropa y efectos personales de primera necesidad, que habían sido abandonados a toda prisa al salir a la calle tras declararse el incendio.

Varios residentes en el número 8 de la calle Andreu Feliu, en s'Escorxador, se concentraron ayer frente al edificio donde se encontraban sus respectivas viviendas para abordar cómo podrían afrontar el problema que les había surgido, al verse obligados a abandonar sus casas.

El fuego se inició sobre las 11 y media de la mañana. Los plásticos, cables y el pvc apilados en el almacén del taller de reparación de electrodomésticos situado en la planta baja del número 8 de la calle Andreu Feliu. La combustión de todos elementos generó una espesa cortina de humo negro visible a gran distancia.

Un total de cinco dotaciones de Bombers de Palma, con 25 bomberos, se desplazaron rápidamente al lugar del siniestro para tratar de sofocar las llamas. El fuego había generado una gran energía calórica que hizo colapsar a una terraza de unos 200 metros cuadrados.

Como medida de precaución, los bomberos decidieron el lunes desalojar tres edificios. El inmueble donde se encontraba el foco del incendio y los dos contiguos. Los residentes en estos últimos pudieron regresar a sus viviendas sin mayores problemas. Mientras que a los vecinos del número 8 de Andreu Feliu no se les permitió.

La densa humareda era visible a una distancia considerable. Por este motivo, agentes de la Policía Local cortaron el tráfico en la calle Andreu Feliu y en Francesc Fiol i Joan.

Un total de 25 bomberos permanecieron unas tres horas en el lugar combatiendo las llamas. El fuego alcanzó grandes dimensiones hasta el punto de alcanzar las instalaciones de un taller mecánico situado en la parte posterior. Los servicios de extinción acudieron ayer por la mañana a apagar los últimos rescoldos humeantes. Se da la circunstancia de que en el número 14 de esa calle falleció hace seis años el bombero Alejandro Ribas en el incendio del restaurante Jamón, jamón.

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