Un jurado ha declarado hoy por unanimidad culpable de asesinato con alevosía a Marcos F.P., el acusado de asesinar a puñaladas a un joven de 22 años en su domicilio de Campos en mayo 2014, y ha apreciado la circunstancia atenuante de arrebato u obcecación.

El tribunal popular ha considerado probado durante el juicio que el día de los hechos el agresor y la víctima discutieron y el acusado golpeó a la víctima por la espalda con un objeto romo en la cabeza y le asestó una puñalada con un cuchillo en el tórax, así como otras nueve por la espalda, de forma rápida y con dirección al corazón, según el veredicto hecho público esta tarde.

El jurado ha considerado que el asesino no actuó con el objetivo de causarle mayor sufrimiento a la víctima, porque la última parte de la agresión se produjo cuando el joven ya estaba semiinconsciente, de manera que no ha apreciado la agravante de ensañamiento que solicitaron la Fiscalía y la acusación particular, en representación de los padres del joven.

Según el veredicto, el jurado sí que ha apreciado que aquel día el acusado había consumido drogas y alcohol "en cantidades importantes" junto a medicación contra la depresión y que había sido amenazado por el joven con que iba a publicar unos vídeos de carácter sexual de ambos que había grabado la noche antes.

Además el acusado se dio cuenta de que el joven le había robado joyas en su domicilio.

"Este conjunto de estímulos, unido a la querencia entre ellos y la intoxicación seria por sustancias estupefacientes y alcohol, produjeron una alteración en su estado de ánimo con merma de su capacidad de control, no encontrándose en condiciones de comprender el alcance de sus actos ni de controlar dicha actuación", ha señalado el jurado en su veredicto.

En vista del veredicto, el fiscal ha solicitado una condena de 17 años de prisión, "dada la brutalidad y el número de puñaladas" y ha reclamado además que el acusado sea condenado a indemnizar a los padres de la víctima con 200.000 euros.

El abogado de la familia del joven ha pedido una condena de 17 años y medio, al considerar que la atenuante de arrebato debe ser considerada como simple ya que el acusado intentó ocultar lo ocurrido y las pruebas del crimen.

Además ha pedido a la presidenta del tribunal que al fijar la condena tenga en cuenta que había una relación entre la víctima y el acusado y que el agresor le causó un daño objetivo al joven, por el número de puñaladas que le asestó.

El defensor, Bartolomé Salas, ha pedido una condena de 7 años y medio de prisión al considerar la atenuante de obcecación como cualificada.

Ha solicitado a la magistrada que tenga en cuenta que el jurado ha considerado probado que la víctima había amenazado al acusado con publicar los vídeos de carácter sexual, que le había robado y que el asesinato se produjo en una pelea y cuando su defendido estaba "totalmente colocado".