Un juzgado de Palma ha condenado a un payés de Costitx a seis meses de prisión por un delito de maltrato de animal doméstico por tener atado al sol en pleno verano durante un tiempo prolongado a un burro que además estaba herido en una finca de su propiedad a principios de septiembre de 2014. La juez destaca que el acusado, de 57 años, tenía la posición de garante de la vida y salud del animal e infingió el especial deber de cuidado que le obligaba tanto a nivel legislativo como a nivel moral y humano, creando con su conducta omisiva una situación de riesgo para la salud del animal, equivaliendo por tanto a su causación. La sentencia incluso recoge una cita de Gandhi: "La evolución de una civilización se mide en el modo en cómo tratan a sus animales".

La juez critica el comportamiento del imputado, cuya versión exculpatoria en el juicio "no se sostiene en absoluto" al estar plagada de contradicciones y carecer de verosimilitud. Por esa lamentable actitud con el animal, "el borrico llegó a padecer lesiones muy importantes durante muchas semanas o quizás varios meses, que no fueron atendidas debidamente por quien era responsable y garante de su estado de salud". Además, la juzgadora concluye que hubo maltrato en muchos sentidos: por la escasez de alimento al que el asno tenía acceso; por obligarle a permanecer atado al sol sin lugar alguno con sombra; por la falta de agua fresca, ya que un barril de plástico con agua a pleno sol en las horas de máximo calor en la isla se convierte en imposible bebida; y por las graves heridas en el hocico, que le produjeron deformidades, con otras heridas sangrantes, sin recibir tratamiento veterinario y persistiendo el acusado en tenerlo atado con el mismo arnés que le clavaba en las heridas. Así pues, tanto por sus acciones como por sus omisiones o desidia, el imputado "maltrató gravemente" a este animal, menoscabando gravemente su salud hasta el punto de que si no se hubiera recibido una llamada anónima de denuncia, el burro podría estar muerto.

La sentencia, que no es firme, le inhabilita para cualquier profesión u oficio relacionado con los animales durante dos años y fija una indemnización de 412 euros a Natura Parc por los gastos de mantenimiento del asno. Además, acuerda que se realicen los trámites para ofrecerlo en adopción a unos dueños que amen a los animales y tengan espacio adecuado para acogerlo.

Los hechos se conocieron a raíz de una denuncia anónima el 3 de septiembre de 2014. El Seprona de la Guardia Civil lo comprobó al día siguiente en la finca de Costitx y el día 5 una veterinaria decidió rescatar a uno de los dos asnos gravemente herido en el hocico y en el sacro sin recibir tratamiento. Estaban atados al sol.