La Audiencia de Palma ha condenado a dos años de prisión por estafa y falsedad documental a un comercial y antiguo trabajador de una agencia de viajes de la ciudad por un gran fraude mediante la gestión y venta de billetes de avión. El acusado, de 37 años, se aprovechaba de su antiguo puesto laboral para atender a clientes y simular que contrataba pasajes, mayoritariamente a Sudamérica, tras cobrarles en efectivo o por transferencia bancaria los viajes. Luego, el sospechoso se apoderaba del dinero que obtenía y no emitía ningún billete o solo expedía el de ida, por lo que las víctimas se quedaban sin viajar o bien luego tenían que sufragar por su cuenta el pasaje de regreso. En ocasiones, les hacía creer que había comprado los billetes al hacer las reservas con las compañías aéreas y, una vez vistas por los clientes, las cancelaba.

Los hechos ocurrieron entre 2012 y 2014 y hay 26 perjudicados que han sufrido una estafa por un montante de unos 100.000 euros. Entre los afectados, hay familias completas que se quedaron sin sus vacaciones, familiares que tuvieron que suspender un bautizo al no poder viajar a su destino la madrina, padres con niños que no pudieron disfrutar del parque temático de Eurodisney e incluso una pareja de recién casados que se quedó sin su luna de miel. El matrimonio había pagado un viaje de la vuelta al mundo, con las estancias en los hoteles incluidas, y el estafador les hizo entrega de los bonos de reserva de vuelos y de hotel que había manipulado previamente utilizando los diseños de proveedores y haciendo constar números falsos de localizadores de vuelos y hoteles. La pareja se quedó sin su viaje de boda y la novia sufrió en el verano de 2013 un ataque de ansiedad a consecuencia de los hechos.

El sospechoso también emitía facturas falsas a varias de las víctimas, que no constan en los libros de registro, donde hacía constar diferentes domicilios falsos de la agencia de viajes, que estaba cerrada y sin actividad desde marzo de 2012.

El hombre se enfrentaba inicialmente a una petición de condena del fiscal de nueve años de prisión. Ayer el ministerio público rebajó su solicitud a dos años de cárcel y una multa por un delito de estafa y otro de falsedad con las circunstancias atenuantes muy cualificadas de reparación del daño y confesión. El fiscal añadió en sus conclusiones que el acusado ha presentado un aval de pago y ha reconocido los hechos. Tras conformarse con la condena de dos años, el tribunal de la sección primera acordó la suspensión de la pena con el compromiso de pago de las indemnizaciones de 100.000 euros a las víctimas en un año. Si no paga, ingresará en prisión.