A una mujer embarazada con numerosos factores de riesgo -obesidad mórbida, falta de liquido amniótico y adicción al tabaco- no se le practicó una cesárea para dar a luz en el hospital Son Llàtzer y el bebé falleció debido a "la hipoxia prolongada". La titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número uno de Palma considera al Servei Balear de Salut responsable de la muerte de la pequeña y le condena a indemnizar a los progenitores con la suma de 96.869,86 euros.
Con dicha sentencia, la juez respalda la demanda interpuesta por los padres de la niña fallecida en el parto, representada por el abogado Rubén Darío Delgado de la Asociación de Víctimas de Negligencias Sanitarias (AVINESA), al considerar que no se aplicó la técnica quirúrgica adecuada para garantizar la vida de la pequeña.
Los hechos se remontan al 5 de agosto de 2010. La madre, que en ese momento cumplía 39 semanas y cinco días de gestación, acudió al servicio de urgencias del hospital Son Llàtzer de Palma. Allí se le realizó un registro cardiotocográfico (RCT) para valorar el estado del feto. En ese momento, se comprobó el buen estado y también se apreció "una dinámica uterina irregular".
Falta de líquido amniótico
Transcurridos 11 días, el 16 de agosto de 2010, la mujer acudió a la consulta del servicio de ginecología del centro hospitalario para un control rutinario. En ese momento, la gestación ya comprendía 41 semanas y dos días.
Sobre las 9.45 horas, se le realizó a la gestante una ecografía que ya revelaba varias anomalías. En concreto, se observó que la mujer presentaba escasez de líquido amniótico. A partir de este instante, los facultativos concluyeron que se debía poner fin al embarazo.
Al día siguiente, la gestante fue trasladada al paritorio para comenzar la inducción del alumbramiento con oxitocina. Sobre las 23.00 horas, se detectaron "deceleraciones variables" y alteraciones del registro cardiotocográfico. La juez llama la atención que, pese a esta circunstancia, "no se avisó al ginecólogo de guardia hasta las 23.50 horas". Cuando habían transcurrido cincuenta minutos.
La juez muestra con contundencia en la resolución su perplejidad por este retraso. "No puedo comprender cómo habiendo transcurrido más de un mes desde que se indicó poner fin al embarazo", unido al hecho de los numerosos factores de riesgo de la gestante -las 40 semanas de gestación, la obesidad mórbida y la falta de líquido amniótico- "no se diera aviso al ginecólogo en cuanto aparecieron registros sospechosos".
Una vez que se avisó al ginecólogo, sobre las doce y media de la medianoche del 18 de agosto decidió poner fin al parto con la aplicación de la ventosa. Sin embargo, la niña murió, tal y como coinciden los informes periciales de ambas partes, "por una falta de oxígeno en el feto".
Asimismo, la sentencia subraya que debería haberse realizado "una valoración de conjunto" de la situación de la gestante. La juez recalca que no solo se estaba ante un patrón sospechoso. "El parto se había iniciado la mañana del día anterior por la falta de líquido amniótico". La titular del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número uno de Palma también hace hincapié en la presencia de la paciente de "factores negativos". Entre estos alude a la obesidad mórbida y la adicción al tabaco de la mujer embarazada.
La resolución judicial da así la razón a la demanda interpuesta por el abogado de AVINESA, en representación de la gestante. En dicho recurso, al que alude y respalda la juez, "debía ponerse fin con anterioridad". En concreto, y como mínimo a las 23.00 horas del 17 agosto. Con esta decisión, subraya, se habría evitado "la hipoxia prolongada" que causó la muerte a la niña.
