­Sobre las ocho de la tarde del sábado, el bombero de Palma fuera de servicio, David Terroba, acertó a pasar en el coche por la Vía de Cintura, a la altura de La Vileta, mientras su hermana Ángeles conducía. Una joven estaba sentada en el puente, con las piernas colgando, y amenazaba con lanzarse al vacío. Su acción resultó providencial para que no lo lograra.

"Nos dirigimos hacia una rotonda y, desde allí, la observamos", recordó ayer David, bombero desde hace tres años y con su padre en el Cuerpo, en declaraciones a DIARIO de MALLORCA.

David Terroba se dirigió con cautela hacia el lugar donde estaba la joven de 18 años con intenciones suicida. Mientras tanto, su hermana Ángeles avisó a los servicios de emergencia por el teléfono móvil, mientras permanecía a una distancia prudencial.

"Actué por instinto. Aunque también me acordé de algunos cursos de formación que nos han dado a Bombers de Palma". David no tardó en poner en práctica las enseñanzas. Para restar tensión a la situación, pidió permiso a la joven para acercarse.

"¡Me voy a tirar. Mi vida es una mierda!", sentenció la joven suicida. Entonces, el bombero se fijó en que llevaba una camiseta azulgrana. "Soy del Madrid a matar, pero me di cuenta de que entonces el Barça ya era campeón de Liga". No se lo pensó dos veces y David se hizo pasar por hincha culé. "¡Pero sí hemos ganado la Liga!", subrayó para ganarse su confianza. Lo que le sorprendió después es que era una camiseta del Levante, que había bajado a segunda. Algo que lógicamente omitió.

La chica comenzó a llorar. Cuando ya tenía más permiso para acercarse, David la trató de convencer para que no se lanzara. "No te tienes que tirar", insistió. "No me atrevo", le replicó ella.

El bombero le propuso un ejercicio de relajación para que pudiera pensar con claridad. David la invitó a respirar por la nariz y expulsar el aire lentamente por la boca. Su respiración era atropellada y no conseguía efectuar la operación.

A continuación, David se puso detrás de ella. "Le puse mi pecho en la espalda, para que lo notara y pudiera acompasar la respiración. Así respiramos juntos", indicó.

Con las piernas colgando

La joven, que tenía las piernas colgando, comenzó a sincerarse. "Me dijo que su pareja le había dejado". En ese momento, David encontró el momento propicio para impedir que se lanzara al vacío. "La agarré con fuerza. Le propuse tomarnos una taza de té. Hablamos y nos relajamos", apuntó. Finalmente, la chica accedió. "Cuando me dijo que sí la saque a una zona segura", señaló David.

En ese preciso instante, la joven comenzó a derrumbarse. "Decía que era una cobarde por no haberse atrevido a lanzarse al vacío". El bombero trató de quitarle a toda costa esa idea de la cabeza. "Le dije que tirarse sí que es de cobardes. Contarlo es de ser persona".

Tras unos minutos que se antojaron interminables, una ambulancia del Ib-salut y efectivos de la Policía Local acudieron al lugar. El personal sanitario trasladó a la joven a Son Espases para que fuera explorada en el área de psiquiatría.

"Estoy muy contento de haberla podido ayudar. Estoy acostumbrado a rescatar a gente, pero esta situación era muy penosa", subrayó el bombero.