Una joven conductora se quedó dormida al volante de su coche mientras esperaba un semáforo. Cuando los agentes de la Policía Local de Palma se personaron en el lugar, tuvieron que despertarla. Al realizarle la prueba de alcoholemia, El test dio 1,23 miligramos por litro de aire expirado. Quintuplicaba el máximo permitido.

El incidente ocurrió sobre las cuatro de la madrugada del sábado en la calle Fray Junípero Serra. Varios testigos observaron a la conductora inmóvil, con la cabeza apoyada en el volante del coche, frente al semáforo, mientras este cambiaba de color. Tras avisar a los servicios de emergencia, una patrulla de la Policía Local se personó en el lugar.