Bolsos, bisutería y marroquinería con el anagrama de una conocida marca española de artículos de lujo eran vendidas en Palma En realidad, se trataba de sofisticadas falsificaciones. La Policía Nacional detuvo en la capital balear a tres personas por un presunto delito contra la propiedad industrial. El montante del fraude a la marca propietaria de los productos podría ser muy elevado.

La operación partió de una investigación conjunta del Cuerpo Nacional de Policía y la Agencia Tributaria contra la falsificación de productos de marcas de reconocido prestigio. El epicentro de esta organización se encontraba en Valencia. En la capital levantina se desmantelaron dos talleres clandestinos.

_En el transcurso de esta actuación policial y de la Agencia Tributaria se intervinieron miles de prendas de vestir, efectos de bisutería y marroquinería. Asimismo, los investigadores detuvieron en distintas ciudades españolas -Palma entre ellas- a una veintena de personas por su presunta implicación en un delito contra la propiedad industrial.

La producción de todos estos productos falsificados se encontraba en Valencia, aunque la organización contaba con una red de distribuidores en diferentes puntos de la geografía española. Estos se encargaban de vender los artículos en mercadillos o venta directa, así como por Internet.

Las detenciones se efectuaron en Palma, Valencia, Torrelavega, Asturias, Madrid y Alicante. Los investigadores realizaron 23 registros en domicilios, empresas y almacenes de los arrestados. Además, se intervinieron allí más de 360.000 euros en efectivo. Otros 600.000 euros fueron bloqueados en once cuentas bancarias y fondos de inversión a nombre de los detenidos.

Las pesquisas se iniciaron cuando los investigadores detectaron la existencia de un posible fraude cometido por una organización dedicada, presuntamente, a la fabricación, distribución y venta de productos con el sello "made in Spain" de marcas de reconocido prestigio.

De hecho, los agentes se pusieron en contacto con los representantes legales de la marca de lujo a la que imitaban profusamente y les comunicaron la existencia de un posible fraude.

Las sospechas se confirmaron tras el análisis realizado por la Unidad de Criminalística de la Comisaría General de Científica sobre uno de los artículos presumiblemente falsificado. La prueba concluyó que vulneraba los derechos de propiedad industrial.