La Audiencia de Palma juzgó ayer a un jubilado por abusar sexualmente de una niña de ocho años durante la proyección de una película en un cine de la ciudad en agosto de 2014. El pensionista, de unos 70 años, negó los cargos ante el tribunal de la sección segunda y alegó que movió la mano hacia la menor porque ella estaba muy nerviosa y le molestaba. "No la llegué a tocar. No soy capaz de hacer estas barbaridades. Ella se movía, no estaba quieta. Estaba nerviosa y yo quería ver la película. Moví la mano", indicó el hombre haciendo un gesto como para apartarla. "El hermano luego la cogió porque no paraba de moverse", añadió.

La víctima, protegida por un biombo, relató que el hombre le tocó en la pierna. "Me empezó a tocar. Yo avisé a mi hermano y él seguía. Le avisé por tercera vez y mi hermano le vio. Entonces, le quitó la mano y me sentó encima de él. Yo pensaba que me quería meter la mano en el bolsillo. Lo hizo seis o siete veces", explicó la perjudicada. Su hermano, que entonces tenía 12 años, confirmó su versión. "Me dijo que el hombre de al lado le estaba tocando. Me lo dijo cuatro o cinco veces y entonces lo vi. Le aparté la mano y me puse a mi hermana encima. Le tocaba el muslo hacia arriba", indicó. Los dos menores contaron lo ocurrido a su madre cuando salieron del cine la tarde del 15 de agosto de 2014.

Un mes después, la Policía Nacional detuvo al hombre. Los agentes destacaron ayer que el sospechoso les dijo de forma espontánea que le gustaban las chicas y que ya lo había hecho otra vez más. El forense apuntó que el acusado padece un retraso mental ligero moderado, pero que entiende lo que está bien y mal. La fiscal pidió una pena de dos años y tres meses de cárcel por abusos y la defensa, la libre absolución.