La Fiscalía solicita penas que suman en total 195 años de cárcel para once personas a las que acusa de pertenecer a una organización criminal que explotaba sexualmente a mujeres en cinco clubes de alterne de Palma, Eivissa, Alicante y dos de Cuenca.

Diez de los once acusados reconocieron los hechos durante el juicio iniciado ayer en Alicante, mientras que un undécimo procesado, Marcos M. F., al que la Fiscalía atribuye el liderazgo de esta red, negó las imputaciones y afirmó que su negocio consistía en el "hospedaje y manutención" de las jóvenes en los locales.

La causa, que se juzgará hasta el día 21 en la Audiencia Provincial de Alicante, se dirigía inicialmente contra trece sospechosos, pero uno de ellos ha fallecido y otro se encuentra fugado.

La Fiscalía pide provisionalmente para los presuntos proxenetas, de los que cuatro son mujeres, penas que oscilan entre los 17 y los 25 años de cárcel y que suman en total 195 años por delitos relativos a la prostitución, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y asociación ilícita.

Según la versión del Ministerio Público, el grupo delictivo tenía un carácter "estable y permanente" y perseguía "lucrarse mediante la explotación sexual en España de mujeres, principalmente procedentes de Paraguay".

En 2005 y 2006, la banda reclutó a cinco víctimas en Paraguay y las introdujo como turistas en España, concretamente en cinco locales de alterne ubicados en Palma, Eivissa, un pueblo de Alicante y dos localidades de Cuenca.

Los encausados les prometían que iban a trabajar como camareras o bien les contaban la realidad de sus empleos, que ellas aceptaban por sus necesidades económicas, según la acusación pública.

Una vez en los clubes, les comunicaban que debían acostarse con clientes para pagar la deuda que habían contraído por su viaje a Europa, al tiempo que les retiraban los pasaportes.

El presunto líder de la banda, que se enfrenta a una petición fiscal de 25 años de prisión, admitió ser el administrador de tres mercantiles con las que gestionaba cuatro de estos locales de alterne, pero negó que explotara sexualmente a las mujeres que se hospedaban en ellos.