­Horst Hans H., el alemán de 66 años que murió desangrado supuestamente a manos de su mujer, Svetlana B., de origen ruso de 46, el pasado viernes en el domicilio conyugal en Cala Millor, no pudo defenderse del brutal ataque de su esposa. La autopsia practicada el sábado al cuerpo del germano ha revelado nuevos detalles del escalofriante crimen. Los forenses no detectaron lesiones de defensa ni tampoco de lucha en el cadáver. La Guardia Civil maneja la hipótesis de que el hombre pudo ser drogado o sedado antes de sufrir unas tremendas lesiones de arma blanca en sus brazos. Según las pesquisas, su mujer presuntamente le quitó la carne de los brazos hasta dejarle en los huesos y luego alimentó con los restos humanos a dos perros que tenían.

Los investigadores han remitido muestras biológicas del fallecido, que padecía una grave enfermedad y apenas podía hablar debido a una operación en la tráquea, a unos laboratorios de la península para su posterior análisis. El objetivo es comprobar si quedaban en su organismo restos de fármacos, alcohol u otras sustancias para determinar si la víctima había sido narcotizada antes. La autopsia confirmó que Horst Hans H. murió desangrado por las terribles heridas de arma blanca que sufrió.

Su esposa, Svetlana B., detenida el viernes por la tarde por la Guardia Civil por homicidio, previsiblemente pasa hoy a disposición judicial en Manacor. Los agentes la encontraron en su casa, en los apartamentos Laguna Verde de la calle Bellavista, con la ropa ensangrentada, en shock y muy nerviosa. Parecía ida y ebria. Una ambulancia la trasladó al hospital de Manacor, donde permaneció toda la noche y la madrugada en el área de Psiquiatría. Al día siguiente, recibió el alta y fue conducida al cuartel de Son Rapinya, donde declaró incoherencias y entró en contradicciones.

Trastornada

Los investigadores creen que Svetlana, 20 años más joven que su marido, pudo sufrir un brote psicótico influido por el consumo de alcohol y medicamentos. Varios testigos indicaron que la mujer era depresiva y tomaba fármacos. En una ocasión, mezcló alcohol con pastillas y tuvo una reacción muy violenta llegando a agredir a su esposo, según recordaron unos vecinos de Cala Millor.

Los agentes sospechan que la arrestada actuó con sus capacidades volitivas afectadas. La mujer supuestamente alimentó a sus perros con trozos de carne que había cortado de su marido.

Además, la pareja mantenía una relación muy tormentosa, con peleas constantes en la vivienda en la que residían juntos desde hace dos años. En enero se casaron y no constan denuncias por maltrato en la Guardia Civil.