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Crimen

"Pensé que el perro se lo había comido"

Los vecinos del apartamento de Cala Millor donde el viernes se produjo el homicidio subrayan que era muy frecuente ver los coches de la Policía frente a la casa del matrimonio porque las peleas eran constantes

Una residente en Cala Millor, frente a la puerta de la casa que fue precintada tras el crimen.

"Nada más llegar a casa y ver tanta Policía lo primero que pensé fue que el perro se lo había comido. Nunca pensé que fuera ella". Una vecina de Cala Millor ayer seguía perpleja por el crimen ocurrido el viernes por la tarde, en el que Horst Hans H., alemán de 66 años, murió supuestamente a manos de su esposa, Svetlana B., rusa de 46. Los allegados a la pareja destacaron que eran un matrimonio conflictivo. Constantemente tenían peleas en su domicilio. "Si te los encontrabas por la calle, los dos eran educados, siempre saludaban, pero una vez dentro de casa siempre reñían", apunta otra mujer.

Por eso, no resultaba nada extraño para el vecindario ver una y otra vez los coches patrulla de la Policía Local de Sant Llorenç frente a los apartamentos Laguna Verde. Los agentes acudían cada dos por tres a la vivienda al recibir la alerta de una trifulca. De hecho, en muchas ocasiones, eran los propios vecinos los que llamaban a la Policía, a requerimiento de Horst Hans H., que apenas podía hablar al haber sido operado de la tráquea tras una grave enfermedad. "Las peleas eran continuas. Siempre tenían problemas. Él venía constantemente a casa para pedir ayuda y que avisáramos a la Policía", relata una residente en el rellano de la planta baja que horas antes fue escenario del brutal homicidio. La puerta de la vivienda continuaba ayer precintada por la Guardia Civil.

Además, esta vecina recordó que varias veces el germano había sido atacado por sus perros. "No sé si los perros eran suyos o de su mujer. Un día se presentó en mi casa con un brazo todo mordido, con la piel levantada y toda la ropa rota. Daba miedo", destacó. Otros residentes indicaron que primero la pareja tenía dos canes. El viernes al anochecer los agentes rurales retiraron del domicilio un american stanford de gran tamaño en una jaula. Los vecinos detallaron que cuando Horst vivía solo, era muy tranquilo. Según su versión, los problemas empezaron cuando llegó ella. Svetlana era depresiva, tomaba medicación y alguna vez le agredió. En las redes sociales, ella aparece como una amante de los animales.

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