El Camino de Santiago puede salirle muy caro a un peregrino mallorquín, cuya imprudencia generó un costoso rescate en el Pirineo navarro. El joven, de 27 años, iba acompañado de un sevillano de 23 con el que recorría en bicicleta la etapa entre Saint-Jean-Pied-dePort (Francia) y Roncesvalles por el collado de Lepoeder, una ruta que está prohibida durante el invierno debido a las copiosas nevadas y el riesgo de aludes. Los dos peregrinos quedaron atrapados por la nieve y, exhaustos, llamaron al 112 para comunicar que iban a pasar la noche en un refugio de la zona. Allí encontraron ropa de abrigo, 10 kilos de leña, mecheros y pastillas de encendido que los bomberos habían dejado unos días antes tras otro rescate.
Sin embargo, pasaron una noche infernal y por la mañana volvieron a llamar al 112, explicando que no habían podido dormir por el frío y estaban muy cansados. Así que una dotación de bomberos y un helicóptero fueron a buscarlos. El operativo se llevó a cabo en una zona con más de un metro de nieve acumulada y un nivel de riesgo de aludes de 4 sobre 5. Los dos fueron trasladados a un centro de salud con leves congelaciones en los pies y ampollas.
El hecho de que se adentraran en una ruta prohibida y señalizada como tal puede acabar costándoles un ojo de la cara. El gobierno de Navarra factura en estos casos el coste del rescate. Por un operativo similar reclama 5.810 euros a una brasileña que se adentró en la misma zona.
Hanebuth se relaja
El líder de los Ángeles del Infierno en Europa, Frank Hanebuth, no parece excesivamente preocupado por su futuro judicial. Hace unos días, el pasado sábado 19, se relajaba charlando en compañía de unos amigos en una terraza del Portitxol. Hanebuth dio muestras de lo distendido que era el ambiente en el que se encontraba echándose las manos a la cabeza. En la mesa, solo había una botella de agua y unos cafés. Nada de alcohol. La conversación versó sobre las motos y las mejores rutas que se pueden hacer a sus lomos en Mallorca. Sin embargo, el presidente europeo de los Hells Angels ha tenido que dejar a un lado las Harley Davidson que caracterizan a la banda motera. Al no haber podido renovar su licencia de conducir, Frank Hanebuth se ha resignado a hacer todos sus desplazamientos en bicicleta. Los viajes más cotidianos los hace diariamente al juzgado de guardia a firmar, como medida cautelar, tras quedar en libertad bajo fianza.
