Una ladrona tiene fritos a los vigilantes de seguridad de varios comercios del centro de Palma. La mujer es una delincuente reincidente muy conocida en la zona, ya que ha sido sorprendida en múltiples ocasiones. Su especialidad es el robo de chándales. En concreto, prendas deportivas del Barça. Y el 'modus operandi' que utiliza es más que pintoresco. La sospechosa se enfunda un chándal y encima se pone otro y, así sucesivamente, hasta quedar cubierta por varias capas de ropa. Al final, la mujer acaba convertida en una especie de muñeco Michelin con serios problemas de movilidad. Los servicios de seguridad de un conocido centro comercial de la ciudad la han interceptado varias veces cuando salía del establecimiento andando torpemente como un robot. También las cámaras de videovigilancia han captado la escena. La ladrona normalmente usa unas pequeñas tenazas para romper el dispositivo de alarma de las prendas y luego se coloca los chándales del Barça uno encima del otro. Al verse descubierta y una vez expulsada de los comercios, no se da por vencida fácilmente y vuelve a entrar en los locales en cuestión de minutos. Hace unos días, la mujer fue juzgada en Palma por una falta de hurto. Está pendiente de otras sentencias en las que la fiscalía había pedido que se le prohíba aproximarse a estos centros comerciales.
Vehículos estropeados
El nuevo furgón policial que utiliza el Grupo de Conducciones de la Policía Nacional en Palma ha caído como agua de mayo, ya que hace una semana se estropeó uno de los furgones antiguos, así como otro coche policial destinado para trasladar a detenidos. Ahora, los agentes temen que el flamante vehículo acabe en Menorca, lugar que tiene asignado.
Chatarra en las vías del tren
El pasado miércoles sobre las tres de la tarde se produjo un aparatoso incidente cuando un hombre que caminaba con una montaña de chatarra sufrió la pérdida de la mercancía mientras cruzaba las vías del tren de Sóller, a la altura de la calle Concordia, en Palma. Varias patrullas de la Policía Local acudieron al lugar y comprobaron cómo se acumulaba la quincalla en la vía pública. Había decenas de pilas esparcidas por el suelo y todo tipo de metales de escaso valor. El varón empezó a recoger su mercancía con una pieza de plástico a modo de pala. Arrodillado sobre las vías del tren trataba de despejar la zona. El convoy se acercaba, por lo que los agentes velaron por la integridad del hombre y le pidieron que se apartara.
Expulsado antes del juicio
Esta semana estaba previsto que se celebrara el juicio en Vía Alemania contra un ciudadano nigeriano considerado como muy peligroso por rajar la cara con un pincho a otro extranjero, al que desfiguró en s'Arenal y por ello precisó muchos puntos de sutura. La vista oral se suspendió, pero lo más curioso es que el sospechoso ya no está en la prisión de Palma, sino que fue expulsado de España semanas atrás.
Denuncia que le dicen putero
Un ciudadano muy indignado interpuso esta semana una denuncia contra la Policía Local de un pueblo de la isla porque, según su versión, le llaman "putero" y "maltratador".
La centralita antimóviles
La centralita del parque central de Bombers de Palma, en Son Malferit, sufrió un problema técnico que a su vez complicó sobremanera las tareas de rescate. No se podían hacer ni recibir llamadas a teléfonos móviles. En actuaciones tan cotidianas como rescatar personas atrapadas en un ascensor, la intervención se convirtió en más laboriosa de lo habitual. Las víctimas debían ponerse en contacto con el Servicio de Emergencias del 112 y, desde allí, les comunicaban la incidencia a los bomberos y los pormenores. Durante tres días, la centralita de Bombers de Palma permaneció en esta rocambolesca situación en la que siempre tenía que terciar el Servicio de Emergencias del 112 hasta que por fin se recobró la normalidad.
