Un monitor de un colegio de Palma acusado de reiterados abusos sexuales a dos niñas de tres años durante el curso escolar 2010- 2011 ha negado los hechos en el juicio que se celebra hoy en la Audiencia de Palma. La fiscalía solicita para él una condena de doce años de prisión y su inhabilitación para el ejercicio de cualquier profesión relacionada con el cuidado o educación de niños durante el mismo periodo de tiempo por dos delitos continuados de abusos sexuales. Por su parte, el abogado defensor reclama su libre absolución.

El imputado, de 31 años, ha rechazado de forma tajante haber sometido a tocamientos íntimos a dos alumnas de tres años, si bien ha admitido que se acostaba junto a los menores a los que les costaba conciliar el sueño. Según su versión, aquellos niños que eran más inquietos y que no podían dormir, precisaban ser calmados. Por ello, aplicaba las técnicas que le habían enseñado para tranquilizarlos y que así pudieran descansar. Según ha manifestado, a las niñas que figuran como víctimas les hacía masajes en su barriga, por debajo de su manta, porque eran muy inquietas y les costaba dormir. El acusado ha negado haberlas tocado en su zona genital y haberles bajado sus pantalones y su ropa interior en el aula del colegio donde los alumnos de tres años dormían la siesta. El joven ha achacado las acusaciones a malos entendidos o malas interpretaciones. "Yo no he hecho eso. Jamás", ha destacado durante el interrogatorio, que se ha iniciado sobre las doce y media del mediodía.

La vista oral ha empezado pasadas las diez y media de la mañana. El letrado de la defensa ha planteado cuestiones previas al haberle sido denegada una prueba pericial sobre la exploración de las menores víctimas. El abogado ha insistido en la necesidad de practicar esa prueba al considerar que es esencial. Por ello, ha pedido la suspensión del juicio. También ha subrayado que la causa se inició en 2011 y se ha retrasado en exceso.

La fiscal se ha negado a la suspensión de la vista oral y ha señalado que en 2014 se hizo una exploración pulcra de las niñas. La acusación particular también se ha opuesto a la solicitud de la defensa alegando que es una burda maniobra dilatoria para retrasar aún más el procedimiento.

Tras retirarse a deliberar la cuestión planteada, el tribunal de la sección segunda ha acordado la continuación del juicio.

Según la acusación pública, los hechos ocurrieron entre septiembre de 2010 y abril de 2011, cuando el joven imputado, español de 31 años, se aprovechó de que trabajaba como monitor en el colegio de Palma y que se encargaba de vigilar y controlar a los alumnos de tres años cuando dormían la siesta en un aula habilitada para ello, y en esas circunstancias se acercó a dos niñas en ocasiones distintas, les bajó su ropa interior y supuestamente las sometió a tocamientos íntimos.