Una familia se dedicaba a la venta de marihuana a gran escala en su domicilio de la calle Jacint Verdaguer de Palma. La mayoría de los clientes eran menores, procedentes de centros escolares situados en las proximidades. La Policía detuvo a los padres y a su hijo como presuntos autores de un delito contra la salud pública.

La investigación policial se inició a raíz de las numerosas denuncias y quejas planteadas por vecinos del lugar. Efectivos del Grupo de Estupefacientes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) del Cuerpo Nacional de Policía se hicieron cargo de las pesquisas.

La pareja contaba con la ayuda de su hijo en el tráfico de estupefacientes. El inmueble era muy frecuentado por menores en edad escolar procedentes de centros educativos situados en las inmediaciones. La proximidad al Parc de ses Estacions también había convertido en este piso estratégicamente ubicado en toda una referencia para los consumidores de marihuana.

Los residentes en la zona se quejaban del fuerte olor que desprendían las plantas y del continuo trasiego de menores para comprar la sustancia. Tras la correspondiente investigación, los agentes de la UDYCO comprobaron que las denuncias vecinales que señalaban este domicilio como un punto de venta de marihuana estaban plenamente fundadas.

Con todos estos indicios, los agentes del Grupo de Estupefacientes solicitaron el correspondiente mandamiento judicial de entrada y registro. El domicilio había sido reconvertido en un invernadero para el cultivo a gran escala de estas sustancias.

En concreto, los policías intervinieron numerosas dosis de marihuana y grifa listas para su venta. También se incautaron de 1.800 euros -en billetes de 100, 50 y 20 euros- obtenidos presuntamente del tráfico de esta sustancia estupefaciente. Asimismo, los agentes se incautaron de 700 gramos de cannabis sativa en cogollos y 175 gramos de hachís.

Con esta actuación, los investigadores de la UDYCO consideran desarticulado uno de los puntos más activos dedicado a la venta de marihuana en Palma. Este enclave, además, resultaba de muy fácil acceso a numerosos adolescentes que acudían diariamente a los centros escolares de la zona.