Consternación, duelo y llanto en las calles de Son Servera por el crimen de Victoria Sard. Medio millar de personas se concentró ayer en las calles del municipio del Llevant. Los presentes mantuvieron un respetuoso silencio durante cinco minutos en señal de repulsa por la muerte de la joven de 19 años a manos de su pareja.

Cuando la alcaldesa de la localidad, Natalia Troya, se disponía a leer un corto texto de apenas medio folio de condena del crimen, rompió a llorar desconsoladamente. Fue incapaz de articular palabra. Sus sentimientos a flor de piel expresaron el pesar del resto de los vecinos del municipio.

La calle Sant Ignasi se encontraba atestada de gente. El silencio solo fue interrumpido por los sollozo. Todos se mostraban incapaces de encontrar respuesta al porqué Carlos decidió acabar con la vida de su joven novia.

La consellera de Hacienda, Catalina Cladera, también estuvo presente en la multitudinaria protesta por este execrable crimen de violencia de género.

Los padres de Victoria fueron los grandes ausentes. Tras recibir atención psicológica después de enterarse del crimen de su hija adoptiva, los facultativos les aconsejaron que se trasladasen a Palma, a casa de unos familiares, para que les ayudaran a sobrellevar la muerte de la joven.