Cayó en un profundo sueño del que no pudo despertar. Pasaron horas y horas en los calabozos del juzgado de Vía Alemania y seguía durmiendo a pierna suelta. Todos los esfuerzos de los policías por levantarle fueron en vano. Tumbado en el banco de hormigón, roncaba y roncaba ajeno a la frenética actividad en el exterior de su celda. El juez esperaba para tomarle declaración. Incluso el médico forense se personó en varias ocasiones para tratar de despertarle de su letargo. Pero nada. Morfeo parecía haberse adueñado de su ser. Durmió durante más de cinco horas hasta que fue necesario avisar a una ambulancia. El pasado miércoles, un detenido por un caso de malos tratos llegó a las nueve de la mañana a los juzgados de Palma. Entró por su propio pie en la zona de calabozos, custodiado por la Policía Nacional. Se tambaleaba, parecía indispuesto y dijo estar mareado. El hombre incluso llegó a vomitar. A primeras horas de la mañana había sido entregado a la Jefatura procedente del cuartel de Sant Ferran. Allí, le habían dado una medicación que él precisaba. Una hora después y ya en la sede de Vía Alemania, el fármaco le hizo efecto. El arrestado entró en un estado de somnolencia cada vez más intenso. Poco después, empezó a dormir plácidamente. Cuando fue el turno de tomarle declaración, resultó imposible despertarle. Estuvo roncando en su celda hasta pasadas las dos y media de la tarde. El magistrado del juzgado de violencia sobre la mujer de Palma, ante el estado del detenido que no podía articular palabra y ni siquiera se tenía en pie, se vio obligado a prorrogar su arresto y lo envió a prisión. Pero llegar al centro penitenciario también fue complicado porque el hombre seguía en un profundo estado de letargo. Al final, se movilizó una ambulancia hasta el patio trasero de los juzgados y los servicios sanitarios administraron un medicamento al paciente, que obró el milagro: abrió los ojos. Con serias dificultades entró en el furgón rumbo a la cárcel. A la mañana siguiente, volvió a ser conducido a Vía Alemania, esta vez despierto.
Se desploma al final del juicio
Mientras una ambulancia atendía al dormilón en los juzgados de instrucción de la ciudad, otro vehículo sanitario acudía a primeras horas de la tarde a la Audiencia de Palma. Un acusado de atentado a la autoridad que acababa de ser juzgado por apalear al juez de paz de Santa Eulàlia des Riu, en Eivissa, molesto por una sentencia que no le era favorable, se desplomó al final de la vista. El supuesto agresor, que lleva más de un año en prisión provisional, se mostró tembloroso durante su interrogatorio. Padece un trastorno y en ocasiones sufre ataques de ansiedad. Al acabar el juicio e intentar dar unos primeros pasos para salir fuera de la sala, padeció una crisis. Los agentes que le vigilaban lo sentaron y trataron de tranquilizarle. Le dieron agua y, cuando el equipo sanitario llegó, le colocaron una pastilla bajo la lengua. Una vez el imputado se calmó y empezó a respirar con normalidad fue trasladado sin problemas de nuevo a la cárcel.
Un actor y un DJ en la vista
A finales de esta semana, la Audiencia de Palma juzgó a una banda por expedir DNI y pasaportes fraudulentos desde la Jefatura Superior de Policía de la ciudad, presuntamente con la connivencia de un funcionario de la administración, a inmigrantes en situación irregular que pagaban una elevada suma de dinero por la documentación. La red está acusada de un rosario de delitos: pertenencia a grupo criminal, cohecho y falsedad en documento oficial. Entre los acusados, figura un pinchadiscos de origen africano que dijo trabajar en una de las discotecas más conocidas de Palma. Pero el DJ no era el único personaje del juicio porque uno de los principales imputados, el funcionario, ahora inhabilitado y que cumple una condena en la cárcel de dos años y tres meses por quedarse el dinero de las tasas de renovación del DNI de decenas de ciudadanos, explicó que en la fecha de los hechos realizaba un curso de actor en la península. La duda es si realmente superó con éxito el curso de interpretación. Su puesta en escena ante el tribunal cuando era interrogado fue memorable.
