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Tribunales

Un acusado niega haber apaleado a un juez en Eivissa

La fiscal pidió 5 años de cárcel por atentado a la autoridad - La víctima dijo que el agresor se molestó por una sentencia que no le era favorable

El presunto agresor del juez de paz de Santa Eulàlia, de 42 años, ayer durante el juicio en Palma. b. p.

La Audiencia de Palma juzgó ayer a un hombre de 42 años y natural de Rumanía por apalear al juez de paz de Santa Eulàlia des Riu, en Eivissa, tras serle notificada una sentencia que había dictado el perjudicado y que no le era favorable el pasado 1 de diciembre de 2014. El acusado, que lleva más de un año preso, negó la agresión, si bien admitió que el juez nunca le daba la razón en las denuncias que había interpuesto. El sospechoso también rechazó haber amenazado a la víctima al acabar un juicio de faltas el pasado 26 de noviembre de 2014. "Le dije que hiciera bien el juicio, pero no le amenacé", apuntó ante la sala.

El perjudicado confirmó que fue atacado y culpó al hombre de golpearle con un gran palo en tres ocasiones. El juez de paz indicó que conocía al imputado porque acudía a su relojería y porque había tenido ocho o diez juicios con él, casi siempre como denunciante. "Muy pocas veces le di la razón. La última se ve que no le cayó muy bien", agregó. Según su versión, al concluir la sesión del juicio de faltas del 26 de noviembre, "él parecía que estaba más molesto y al salir de la sala dijo 'si esta vez no me dais la razón os llevo a todos por delante'". Estas amenazas fueron recogidas por la secretaria del juzgado de paz, que ayer lo ratificó en el juicio, como también una agente judicial.

El pasado 1 de diciembre de 2014, sobre las ocho y media de la tarde, el juez fue apaleado cuando se dirigía al garaje a buscar su coche en el Pasaje Molins de Rei de Santa Eulàlia. Al acusado ya le habían notificado la sentencia que no le era favorable. "Me pegó un garrotazo muy fuerte con un palo por la espalda. Me giré y puse el brazo delante de la cabeza. Me pegó otros dos garrotazos. Si no pongo el brazo, estoy seguro de que me mata. Era él, no hay duda. Lo más grave es el miedo que te queda. Nunca pensaba que él iba a llegar a esto. Llevo 30 años de juez de paz y nunca me había ocurrido algo así", dijo la víctima. La fiscal pidió 5 años de cárcel por atentado a la autoridad. La defensa, la absolución.

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