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Tribunales

Condenados tres menores por dar una paliza a una chica y difundir el vídeo

Los adolescentes, de 16 años, propinaron patadas, puñetazos y rodillazos a la víctima, de 15, en la barriada palmesana de Son Cladera - Uno de ellos filmó la brutal agresión con su móvil y envió las imágenes a numerosas personas por Whatsapp

La Audiencia Provincial ha confirmado la condena por la brutal agresión a la menor. B. Ramon

Tres adolescentes han sido condenados por dar una paliza a una chica de 15 años en Palma, grabar la agresión con un móvil y difundir las imágenes a través de Whatsapp. Los menores, de 16, propinaron patadas, puñetazos y rodillazos por todo el cuerpo a la víctima y la arrastraron por el suelo. Sufrió diversas contusiones y fracturas, tardó más de dos meses en recuperarse y le quedaron secuelas. Dos de los agresores, que son hermanos, han sido condenados por un delito de lesiones y el tercero, quien grabó y distribuyó el vídeo, por descubrimiento y revelación de secretos. La Audiencia los ha exculpado de otro delito contra la integridad moral, pero deberán cumplir 70 horas de trabajos comunitarios e indemnizar a la perjudicada con 5.000 euros.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 11 de julio de 2014 en la calle Bartomeu Calatayud. La sentencia relata que dos hermanos de 16 años estaban de fiesta junto a tres jóvenes franceses, primos suyos y que no han sido enjuiciados en la causa. El grupo se topó con una adolescente de 15 años que deambulaba por la calzada, muy ebria y alterada. "¡Cierra la boca!", le espetó uno de los chicos galos en su idioma. La menor no se lo tomó bien y se acercó a ellos "buscando el enfrentamiento", relata la sentencia.

Patadas, rodillazos y puñetazos

La respuesta de los muchachos fue una lluvia de golpes. Los cinco le dieron empujones, la tiraron al suelo y le propinaron patadas, rodillazos y puñetazos en la cara, el hombro, la mano y otras partes del cuerpo. Además, la arrastraron a lo largo de varios metros provocando que le quedaran al descubierto las nalgas. La fuerza de los golpes fue tal que uno de los agresores sufrió lesiones en los nudillos.

Toda la escena fue grabada por otro menor con un teléfono móvil. Las imágenes fueron difundidas a un gran número de personas, que el tribunal no ha podido cuantificar, y acabaron convirtiéndose en la principal prueba contra los acusados. El adolescente que filmó y difundió la agresión se declaró autor de un delito de descubrimiento y revelación de secretos durante la vista celebrada en un juzgado de menores de Palma.

La chica sufrió graves lesiones a consecuencia los numerosos golpes recibidos. Tuvo que ser atendida en un hospital, donde comprobaron que presentaba cervicalgia postraumática, erosión en la nariz, contusión en el hombro y fractura del hueso ganchoso de la mano derecha. Necesitó tratamiento ortopédico, medicamentoso y rehabilitador y tardó 68 días en recuperarse. El médico forense que la examinó cuatro meses después apreció que le habían quedado secuelas.

Los dos hermanos acusados de participar en la agresión alegaron que su participación se limitó a repeler la acometida de la chica y que actuaron en defensa propia. El juez de menores, sin embargo, no creyó esta versión y basándose en el informe que la Policía Nacional elaboró sobre el vídeo y en las declaraciones de la propia víctima y los testigos, declaró a los dos menores autores de un delito de lesiones y otro contra la integridad moral. La sentencia impuso a cada uno de ellos 100 horas de trabajos en beneficio de la comunidad o un año de tareas socioeducativas y la asistencia a un taller para aprender alternativas al uso de la violencia en situaciones de conflicto. También les condenó a indemnizar a la víctima con 4.000 euros por las lesiones y otros 1.000 por los daños morales.

El abogado de los dos hermanos recurrió la sentencia ante la Audiencia Provincial. El tribunal de la sección segunda ha confirmado el relato de los hechos, pero considera que no concurren las circunstancias para considerarlos autores de un delito contra la integridad moral y rebaja la condena a 70 horas de trabajos comunitarios.

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