La Guardia Civil, que culminó la 'Operación Kraken' a principios de 2013 y logró desarticular la banda de paramilitares que ahora se enfrenta a penas de 578 años de prisión, concluyó que la organización contaba con un informador. Los investigadores ayer recalcaron que esta persona era Pedro Gabriel B.P., el único de los procesados que no admitió los hechos en el juicio. Uno de los agentes subrayó que había un denominador común en los asaltos: "La información". Según su versión, "tenía que haber un vínculo y fue Pedro Gabriel B.P.; él era el exyerno de una víctima, estuvo trabajando para la empresa de seguridad de Globalia y en el chalé de la empresaria María José Hidalgo; su novia trabajaba en la joyería cuyo dueño fue asaltado; él estuvo en la casa de Santa Maria; también conocía la casa de Son Gual y la de s'Arenal; era vigilante de centro comercial de Son Rapinya donde hubo otro intento de robo; el nexo de unión de todos los casos es él; él era la fuente de información". Otro guardia civil coincidió en que el acusado era el que facilitaba la información. De hecho, el joyero asaltado recordó que el sospechoso estuvo en su casa y conocía datos internos de su empresa.